• miércoles 16 de noviembre de 2016 - 12:00 AM

Los directivos de la CSS, a la fiscalía por el foro

El tema no es si se justifica o no el evento, el problema es que aprobaron el contrato a un costo de $2.1 millones y este no fue refrendado por la Contraloría

No solo Estivenson Girón está al borde pernoctar en una celda fría y lúgubre de nuestro sistema carcelario, sino que también este lugar puede ser el albergue de todos los miembros de la Junta Directiva de la Caja del Seguro Social. Ellos, voluntariamente, abrieron la trocha y emprendieron la marcha hacia el oscuro centro penal al aprobar el Contrato para la realización de un foro internacional sobre la seguridad social.

El tema no es si se justifica o no el evento, el problema es que aprobaron el contrato a un costo de $2.1 millones y este no fue refrendado por la Contraloría. La ley, establece que en caso de no refrendo de un contrato, el contralor tiene la obligación de sustentar las objeciones y devolverlo a su lugar de origen. Este, a su vez, puede corregir las objeciones y solicitar la aprobación o no corregir e insistir en el refrendo. En este caso, el contralor está obligado a someter a la Sala Tercera de la Corte que dirima la controversia.

Esto es lo que ha ocurrido, y el tema está en manos de tres magistrados que deben decidir quién tiene la razón. Si los directivos de la CSS son favorecidos por la Corte, entonces el contrato es válido, pero, si no, comenzará el desfile, por el edificio Avesa. Esto es así porque ellos no solo aprobaron el contrato mirando para otro lado ante los elevados costos y sobreprecios, sino que desafiaron a la Contraloría al insistir sin correctivos, volviendo a mirar para otro lado.

Si el señor Francolini y demás directivos de la Caja de Ahorros están sometidos a procesos por razones cuestionadas legalmente, en este caso, no habrá duda alguna y con el agravante de que no podrán aducir desconocimiento de lo que estaban aprobando. La única salvación para ellos es que la Corte les tire la toalla, por instrucciones del discípulo de escribano para pagar favores. La celda espera.

Analista y consultor político

comments powered by Disqus