• viernes 20 de junio de 2025 - 8:00 AM

Diálogo entre antípodas

A través del diálogo los panameños siempre han encontrado una salida a las peores crisis

La multiculturalidad de nuestro país está expresada en los pensamientos y creencias de la población. Distintas corrientes ideológicas apuestan a que su cosmovisión es la correcta, de allí surgen todo tipo de posiciones en cuanto al deber ser, además de las distintas formas de vivir y convivir.

Panamá no escapa de la polarización de extremos y de la radicalización de posiciones políticas, sociales y económicas. En virtud de los hechos, este país enfrenta la discordia y la inconformidad, pero la simpleza de algunos sugiere que el problema es la falta de dinero circulante. Los números macroeconómicos describen una realidad distinta a la que vive la mayor parte de la población. Esto se debe, en gran medida a la corrupción, al tráfico de influencia y a la impunidad.

Cada vez que se consulta a la gente sobre el rumbo que está tomando el país, la mayoría piensa que va por mal camino. A Panamá se le ha distinguido históricamente por ser un país de diálogo y consenso, tanto en el ámbito nacional como en el plano internacional. Esta fórmula ha servido para crear condiciones favorables que han permitido el desarrollo de un país de forma diferente al resto de la región. Marcado por su estratégica posición geográfica, este pequeño istmo ha visto pasar el ímpetu de muchos lideres y gobernantes a lo largo de más de un siglo de vida republicana.

La nación panameña ha sido una composición de muchos factores internos y externos que han influido en la esencia de lo que es hoy. A través del diálogo los panameños siempre han encontrado una salida a las peores crisis. Una que otra vez, las armas han apuntado contra el pueblo, pero ni en el mayor de los autoritarismos en dictadura, se cerraron completamente los espacios para el diálogo y la concertación de los principales temas nacionales.

No importa los que separe a los panameños, sino lo que los une. Para encontrar salidas se debe sumar y no restar voluntades.