- viernes 24 de febrero de 2023 - 12:00 AM
Desenfreno
Una cosa es carnavalear y otra es perder la decencia; como mujer me ha dado vergüenza ver el triste espectáculo que algunas mujeres dieron en las tarimas, en las calles y frente a las cámaras: bailes pasados de tono, desnudez, relaciones sexuales a la vista de todos, peleas y borracheras hasta la inconsciencia. Una mujer inconsciente, sola o acompañada por otros borrachos, está a merced de que cualquiera le haga daño.
Si bien cada persona tiene el derecho de hacer con su vida lo que quiera también es cierto que nuestras acciones traen sus consecuencias. Si, antes también pasaban cosas, aunque eran casos aislados, ahora es casi normal y parece ser lo que el público espera que pasen cosas.
Con las redes sociales todo lo que hacemos en público puede ser filmado o retratado.
Se ha perdido la decencia y mucho de lo que vimos en las redes sociales se tipifica como delito. Menores de edad en tarina viendo lo que ni los adultos deberíamos ver y mucho menos los hijos de quienes hacen esos espectáculos tan bochornosos. Mujeres adultas y hasta menores siendo manoseadas, algunas en contra de su voluntad y otras felices remeneándose o dejándose tocar al ritmo del coro de los otros borrachos.
Nuestra libertad individual no debe ser excusa para la inmoralidad o peor, la ilegalidad; las consecuencias pueden ir desde perder un matrimonio, el trabajo o hasta la vida.
Al final cada quien tiene derecho a decidir como manejará su vida, pero que luego no se ande quejando ni llorando al ver como por un carnaval se desgraciaron la existencia.
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