En estos días de protestas, han salido algunos defensores del Gobierno a señalar los derechos del libre tránsito, educación o acceso a servicios públicos, como derechos humanos que según su perspectiva son superiores a los derechos a la protesta de los trabajadores. Claro que no se sobreponen derechos humanos, son un conjunto, pero el derecho a la vida tiene primacía sobre todo. Es como decir que la inviolabilidad de domicilio de una casa que se incendia es más importante que la vida de un niño dentro que sus padres dejaron encerrado. Cualquier vecino puede romper puerta o candado cometiendo un delito de violación de domicilio, pero por un bien mayor, salvar la vida de un niño. Y aunque aquí tenemos tremendos jueces de la tremenda Corte, que son capaces de condenar hasta a gente que se defiende de un ladrón en su casa. Nadie en sistemas judiciales justos, condenaría a un héroe que salvó al niño del incendio, aunque un padre o madre loca lo demande en busca de plata.
El derecho a protestar, sobre todo si se protege el bien mayor que es el derecho a la vida, está por encima del de libre circulación, pues tal y como ud tiene áreas restringidas por donde no puede estacionar o viajar, así mismo es cuando alguien está en ejercicio del derecho a la protesta y sobre todo de un tema de vida o muerte, ¡como son las pensiones de vejez! Aún en dictadura civil.
Médico y docente
