Los dejaron solos en el tinglado

La esquina de Pablo Pueblo residente en los tinglados mañaneros está indignada porque los pugilistas uniformados están comenzando a bajar la guardia.

Antes sus rondas por los cuadriláteros tenían mayor presencia, tanto en vehículos, como en bicicletas y a pie, sin embargo ahora solo se les observa en los camerinos de las tienditas y esquinas, jugando con sus teléfonos.

Todo esto mientras la esquina delincuencial está a la espectativa esperando cualquier descuido para conectar fuerte en la anatomía de los pugilistas de Pablo Pueblo, quienes vuelven a sentirse solos en los cuadriláteros.

Expertos del deporte desconocen las razones de que hayan bajado la guardia en las barriadas mañaneras, donde las manzanas podridas ya son ampliamente conocidas.

La situación es preocupante, pues algunos promotores, a pesar del bajón en las bolsas, se han animado a invertir en estos coliseos con nuevos comercios y sería una pena que fueran espantados por las golpizas sorpresivas de la esquina delincuencial, que cada día tiene nuevos pupilos que buscan hacerse ricos en un solo día.