- viernes 04 de octubre de 2019 - 12:00 AM
Decepción en la radio
Cada vez que prendo la radio del carro y escucho a nuestros locutores me entristezco y avergüenzo, es que son terribles, casi ninguno se salva. Hablan mal, muy mal: no pronuncian bien las palabras en español y menos en inglés. Es terriblemente bochornoso cuando deben mencionar nombres de lugares en el extranjero pues ni siquiera tienen el cuidado de investigar cómo es la pronunciación correcta, a veces son lugares conocidos así que queda manifestada la poca cultura general que tienen. Los más jóvenes no toman en serio su trabajo como comunicadores sociales por lo que es común que se lancen rosarios de malas palabras con la excusa que tienen libertad de expresión. Si alguien del público se queja es peor pues no aceptan las críticas constructivas y muchos reaccionan agresivamente en sus redes sociales.
Es grave cuando opinan sobre temas de salud, política exterior o educación infantil, por ejemplo, pues no investigar ni siquiera 5 minutos en Google.
A veces se complementan opiniones con supuestos coach internacionales y personas con mucha labia que se autoproclaman como ‘expertas' a los cuales les regalan tiempo-aire sin que alguien haya verificado su idoneidad. Si tiene más de 5mil seguidores en Instagram lo consideran gurú del tema.
Si bien la radio debe entretener hay que ser profesional. No es necesario ser vulgar para ser popular. Añoro los tiempos donde la radio era la cuna de grandes voces, profesionales que planeaban sus temas, los estudiaban y se apoyaban en verdaderos conocedores y no en charlatanes.
Lo siento, pero poner a una lectora de cartas astrales a explicar un eclipse no es correcto.