Si vemos como la economía panameña se hunde en la desesperanza, miedo e ira que ha provocado las malas leyes y políticas del gobierno, destruyendo la seguridad social, sin respetar fallos de la Corte sobre minería y atacando el sistema financiero y cooperativas, al ensañarse contra sindicatos y retuviendo salarios de luchadores de gremios. Está destruyendo todo el nivel de confianza en las inversiones en este país. No es posible que no logra asimilar qué nadie invierte en un país inseguro, donde hay más policías para atacar protestas en sus casas como en Arimae que para controlar delincuencia. No hay defensa de soberanía, ni siquiera recobran el material de cobre y otros minerales extraído ilegalmente y se lo regalan a empresas saqueadora. Simplemente todos los involucrados en estas acciones contra la patria deben de irse.
Panamá está en el borde del colapso por mala gestión y ser un estado fallido. Será los encargados de educación, trabajo, salud o seguridad social o un defensor del pueblo “antipueblo” o el jefe “inepto” de policía. Los que deben renunciar? O el mismo presidente dictador si es obstáculo de revisar totalmente la maligna ley 462, el que debe irse? O ser juzgado en julio por violación a la democracia . Lo dudo con una asamblea de alquiler, pero es una opción constitucional.
Podrá la iglesia lograr vencer la testarudez y vanidad del gobierno y revisar las malas acciones o nos iremos directo al colapso como Grecia hace unos años. Mientras los responsables del mundo empresarial de comercio e industrias, como Nerón viendo Panamá arder. Dios ayúdanos.