Cuestionan elección de abogados

En los mejores tiempos de los militares, quienes gobernaban se metían en las elecciones de gremios importantes para el devenir histórico de la nación. Lo hacían, por ejemplo, con los periodistas, abogados, médicos y otras organizaciones. El propósito era buscar candidatos afines a los propósitos e intereses del momento.

En aquellas épocas nefastas se botaban partidas financieras para pagar las cuotas de los agremiados con el solo propósito de garantizar la continuidad de los dirigentes afines.

Periodistas y abogados dejaban de pagar la membresía porque sabían que antes de las votaciones venían los dineros públicos a ponerlos al día.

Me cuentan que pareciera que algo de esto pasó con el Colegio Nacional de Abogados. Lo único diferente fue maquillar la intervención oficial para que no fuera tan obvio. Ahora se tiene que andar con cuidado por aquello de la democracia.

Consulté a varios profesionales serios de este gremio y me aseguraron que en los últimos años jamás habían visto tanta bajeza, inmoralidad y penetración del poder político y económico.

Ayer se repitieron aquellos tiempos que creíamos idos. Se vieron caras de antiguos varilleros y la intervención de personas que nada tenían que ver con el movimiento.

Parece que lo de ayer será la antesala de las elecciones del 5 de mayo de 2024. El agua y el aceite se unieron dejando un sabor amargo en quienes defienden y aman con dignidad la profesión de la abogacía.

Uno que está pensando en renunciar al gremio es Abel D. Comrie Ortega. Pienso que a este ciudadano le costó conciliar el sueño después de lo que vivió y conoció en carne viva.

Una de las mayores preocupaciones de este profesional es ver a la gente seria y decente quedarse en sus casas, mientras los pocos se tomaban las urnas de votación.  Dejemos que se desahogue con sus pensamientos.

Catedrático de la UP