Cuestión de forma y fondo

Por fin se devela el secreto mejor guardado, el paquete de reformas a la Caja de Seguro Social (CSS) fue presentado como proyecto de ley a la Asamblea Nacional de Diputados en medio de una tensa calma.

Para algunos sectores no fue ninguna sorpresa el contenido de este, ya que el tema de las medidas paramétricas era un asunto cantado; no obstante, los sectores de presión social se pusieron en pie de guerra y han anunciado medidas de fuerza en oposición al incipiente proyecto que abanica el Ejecutivo.

Dado que este proyecto de reformas a la CSS se discutirá en sesiones extraordinarias y tiene fecha cumpleaños; le cabe a su favor que se da al inicio de la administración de gobierno, lo que le brinda algún grado de confianza por el beneficio de la duda. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa ni perfecto al momento de presentar esta iniciativa que intenta, principalmente, salvar el programa de Invalidez, Vejes y Muerte (IVM).

Siempre se esperó algún tipo de muestra correcta o señal de sacrificio, antes de someter la medida a la población.En materia de prestaciones de servicios médicos tampoco ha habido ningún cambio previo que favorezca a los asegurados y beneficiarios, a pesar de que en el actual sistema se cobra por adelantado los servicios que a menudo no son recibidos.

Además, no se toca el tema de la planilla abultada ni tampoco el bochornoso papel de su junta directiva; ni su sistema de compras ni mucho menos al negociado en la adquisición de medicamentos.

Por lo demás, la propuesta del Ejecutivo suena coherente en la medida que se puedan realizar las corridas actuariales correspondientes para verificar, que, en efecto, dicho sacrificio planteado no será una curita en la herida, sino que significa una solución a largo plazo para rescatar de la bancarrota a la principal institución de seguridad social del país, y sin duda la más querida y respetada por todos los ciudadanos.

Periodista