Cuando las víctimas son los hijos

Mucho se ha dicho sobre la violencia doméstica y como afecta la vida de quien la padece. Pero, dentro del espectro de violencia de género, también se encuentra un tipo de violencia que puede destruir permanentemente a una mujer: la violencia vicaria.

Se conoce como violencia vicaria a aquella forma de violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a uno de los progenitores o la expareja.

Es un daño extremo pues el perpetrador sabe que hiriendo a los hijos causa un daño severo, muchas veces irreparable al otro.

"Te quitaré a los niños", es la frase característica que define a este tipo de violencia. Generalmente, se da en los procesos de divorcio o separación.

El hombre sabe que no puede ejercer control sobre la madre pero si conserva derecho y control sobre los hijos. Los hijos se transforman en objetos para continuar con el maltrato y la violencia. El ánimo de atacar a la expareja pasa por encima de cualquier sentimiento que este tenga sobre sus propios hijos.

El mayor daño infligido sería el asesinato cruel de los hijos pues sabe que su pareja o expareja no lo superaría nunca. Otras manifestaciones características de este tipo de violencia son: manipular a los hijos para que agredan o insulten al otro, amenazar con matarlos, crear situaciones judicialmente punibles con el fin de acusar a la otra parte, hablar mal del otro progenitor o sus allegados delante de los hijos en común.

PERIODISTA