Convivir y vivir…

La pandemia mundial ha provocado que niños, adolescentes y adultos dediquemos más tiempo a estar conectados a nuestro teléfono celular, olvidando por completo quiénes están y qué tenemos en nuestro entorno. Mucho se ha escrito sobre las consecuencias que podría dejar el uso ‘abusivo' del móvil, principalmente en los niños. Entre ellas podemos mencionar: el sobrepeso, déficit visual, aislamiento social, trastornos a la hora del sueño, entre otras.

Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS), elaboró una guía sobre el uso de pantallas y el sedentarismo en niños menores de 5 años y recomendó que ‘entre los 2 y los 5 años de edad los niños usen esos dispositivos como mucho una hora al día' y si es menos el tiempo, mejor.

Si bien es cierto, que algunos padres de familia optan por ‘entretener' a sus hijos con sus teléfonos celulares, no saben con exactitud las repercusiones a las que estarían exponiendo a sus hijos.

Propongo que aprovechemos los días de verano, el tiempo libre, los espacios verdes para convivir como familia. Aún recuerdo los juegos de ‘la cinta', ‘la lata', ‘la tiendita', ‘el escondite', era divertidos y sin saberlo, hacíamos ejercicios, respirábamos aire puro y ganábamos amigos.

Leer un libro, podemos inculcar desde pequeños a nuestros hijos, el hábito de la lectura. Incluso, el simple hecho de caminar y hablar con nuestros seres queridos es hasta más sano que conectarnos a un mundo que no es del todo real.

PERIODISTA