• sábado 19 de marzo de 2022 - 12:00 AM

Las consultorías y su necesidad

Este primer paso, permitiría optimizar la calidad y la marca país

En los últimos tiempos, la utilización de consultorías de muchos miles de dólares, han adornado el entorno de los gobiernos de turno. Siempre con un supuesto fin específico, que es solucionar problemas de cualquier tipo que tenga la administración pública, y que al final sirva para ofrecer un servicio mejorado y óptimo a los ciudadanos. Frente a una aspiración como esta, la sociedad ha permitido que su puesta en ejecución generen una erogación estatal importante que asciende a muchos millones de dólares proveniente del bolsillo del pueblo. Esta constante práctica, lustro tras lustro, debería dar como resultado "un gobierno eficiente", porque esa contratación se realiza cumpliendo la atención a supuestos problemas surgidos en un periodo determinado, y que deben ser atendidos. Luego de ello, se ejecutan actos de seguimiento o actualización para no retroceder en los logros que se debieron alcanzar con estas consultorías. Actualmente la realidad es otra, y es que con el paso del tiempo nadie ejecuta las recomendaciones que arrojan estas evaluaciones, y terminan en el algún depósito oscura de la institución, perdiendo su valor, y causándole un daño a la sociedad, que exige a gritos calidad en el servicio. Ello se da por dos razones, la primera porque el periodo de gobierno, pasa rápido, y cuando se obtienen los recursos para ponerlos en ejecución, el regente de la entidad se le vence el periodo, y el nuevo gobierno no ejecutará los planes de quien le precedió en el puesto. La segunda, porque nunca hubo interés auténtico de mejorar. Así ocurre, de institución en institución dando "dos pasos para a delante y uno para atrás". La solución a este tema, es que debemos comprometernos como Estado, obligando a todos los aspirantes a presidir el país, que se deben reconocer "los proyectos de Estado" que no pueden ser variados por ninguna administración, salvo que sea para mejorarlos.

Este primer paso, permitiría optimizar la calidad y la marca país.

El mejor ejemplo de lo que hablo es el Canal de Panamá, nuestro principal recurso. El segundo paso es, que si las consultorías responden a una dificultad dentro de la administración pública, entonces debemos velar porque se practiquen y ejecuten, para solucionar los lastres de los años. Lo que no es aceptable es que las mismas sean empleadas como medios de compensación para aquellos que coadyuvaron al gobierno de turno para llegar al poder, o por poseer nexos con ellos. "Porque se estaría cayendo en una lesión al Estado, por no ejercer el cargo con el cuidado de un buen padre de familia". Las consultorías deben ser producto:1. De un problema dentro del Estado por el servicio que éste presta, 2. Que no debe haber nadie calificado para solucionarlo dentro de la Cosa Pública,. La utilidad de esa recomendaciones se cuantifican en millones de dólares como señalaba en renglones superio res, pero si no se desarrolla es un gasto inncesario, que podría dar mejores resultados en la adquisición de medicamentos, en programas para desarrollar programas para mejorar la educación del pueblo, etc. En síntesis, es inaceptable que el fondo del pueblo sea mal utilizado, cuando existen tantas necesidades sociales que deben ser atendidas con urgencia.

ABOGADO

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