• sábado 27 de septiembre de 2025 - 12:00 AM

¿Concursos en el judicial?

En los Estados de Derecho con un Órgano Judicial moderno y transparente, el proceso de selección y nombramiento de los magistrados y jueces integrantes del mismo, está revestido hoy día, de una importancia más que especial.

En nuestro país, el Estatuto Constitucional impuesto y aún vigente, confiere al Presidente de la República la potestad de nominar a los candidatos a la Corte Suprema. El Legislativo puede o no ratificar dichos nombramientos..

La designación de los miembros de juzgados y tribunales inferiores está encomendada a la misma Corte Suprema de Justicia. Así es que la facultad de nombramiento en estos casos, está controlada directa o indirectamente por la cúpula judicial. La denominada “carrera judicial” en la cruda realidad, es uno de los tantos mitos que contempla la normativa impuesta.

Debo destacar que en Panamá, la anhelada “carrera judicial” se ha convertido en un circo donde se favorece a allegados y se invalida a cualquiera que no pertenezca al grupito en el poder.

Preocupa, cada vez más, a la ciudadanía que el Instituto Superior Judicial, que no fue capaz de evaluar la idoneidad de los egresados de las Facultades de Derecho, sea el que tenga la última palabra en la competencia o no de un juez o magistrado de tribunal superior que haya sido elegido por “concurso”.

Le dicen a los concursantes que deben cumplir una serie de factores de evaluación pero, excluyen olímpicamente a los que sí son competentes porque no son sus favoritos. Recurren a engaños burdos , inventan requisitos cuando, superadas todas las pruebas y estando ya en el periodo probatorio, el Instituto Superior Judicial, se sale con que “había que hacer un examen adicional”, lo cual no está contemplado ni en la Ley, ni en el procedimiento,

Hablan de transparencia y el debido proceso y, en el Organo Judicial para ascender no ponen pruebas de conocimiento, pero para los que concursan y pasan todas las fases, usan artíficios para no darles la permanencia en el cargo y se burlan de su propio Fallo de 11 de agosto del 2025.