- domingo 01 de marzo de 2020 - 12:00 AM
¿Cómo podemos construir un monumento a nuestra historia?
Lo que vengo proponiendo a los panameños es que cincelemos en ‘mármol, bronce o granito' (como decía Eusebio A. Morales) la historia de los 500 años de la nacionalidad panameña, un monumento dedicado a la memoria histórica.
La construcción de este monumento considero debe levantarse a cierta distancia de las orillas del Canal, por lo que ha significado la ruta transístmica para los panameños y lo seguirá siendo, hasta donde dure el aliento nacional.
Levantar este monumento nacional lo puede asumir el Gobierno Nacional mediante una Ley aprobada por la Asamblea de Diputados, segregando unas hectáreas de tierras en Gamboa o bien del Parque Metropolitano, cercano al Camino Real y al Ferrocarril, dos emblemáticos Caminos de Panamá, y desarrollar en este ambiente un parque temático ecológico que reúna a la familia panameña. Un nuevo atractivo turístico con alcance continental.
El Gobierno Nacional puede nombrar una Comisión Nacional amplia y pluralista de empresarios, profesionales, sindicalistas y educadores de las distintas provincias. Hombres y mujeres con solvencia pública.
La Sociedad de Arquitectos e Ingenieros (SPIA) apoyada por los estudiantes de las Facultades de Arquitectura e Ingeniería serían los responsables de llevar adelante el diseño y los estudios de factibilidad.
Los recursos para su construcción pueden salir de los millones que se recuperen de las coimas que las empresas corruptas le entregaron a los funcionarios panameños o extranjeros, que son dineros del pueblo panameño, lo mismo que recursos de la ACP, Alcaldía de Panamá, de los impuestos de la descentralización y un nuevo impuesto de 0.001 centavos a la venta del licor, de los cigarrillos y de otros artículos suntuosos.
El Comité Nacional sin distingo de ninguna clase, podrán levantar campañas de recolección de fondos para levantar el monumento apoyados en la ciudadanía, en las escuelas, en las empresas y en las Iglesias. Esta debe ser una empresa de todos, sin sectarismo. Una empresa que nos llene de orgullo y nos alimente nuestra autoestima nacional, tantas veces golpeada, que nos hace perder la MEMORIA HISTÓRICA, LLENA DE HÉROES Y MÁRTIRES ANÓNIMOS.
EX EMBAJADOR