A la expectativa del arranque de gestión gubernamental, ya estamos en el ombligo del 2024 y bien vale hacer un alto para hablar coloquialmente de nuestros “combos”, justo este Mes de la Familia, poniéndolo en perspectiva de valores y principios, desde ópticas diferentes, donde el imán atraer desde la crítica desmedida hasta el dedo pulgar arriba, en señal de aceptación. Al fin y al cabo, combo es combo y familia es familia!!!.
Así que identifique el suyo y disfrútelo. Mi combo familiar es variopinto con padres maravillosos, interioranos y humildes, que dan paso a hijas nacidas en plena ciudad, criadas desde el respeto y la disciplina. El árbol genealógico se extiende y vienen los más pequeños, aquellos que surgen en la era de la tecnología donde la pasión por los dispositivos digitales les viene cual “chip” en el ADN.
Son combos familiares interesantes en los que se distinguen variación de números, géneros y características. Sin embargo, oramos porque prevalezca la unidad, el amor propio, el sentido de valor a niños, jóvenes y adultos, así como la generosidad para enfrentar dificultades como pérdidas físicas, emocionales y capacidades diferentes.
Lo digo con orgullo y es que me gané la lotería con los combos familiares generacionales de los que formo parte, donde mayormente prima el equilibrio entre afecto y control, contrarrestando elementos adversos (violencia, cero empatía y disociación emocional) y aportando para fortalecer los lazos que nos unen. ¡Bienvenido Junio: ¡Mes de la Familia!.