• martes 23 de septiembre de 2014 - 12:00 AM

Clama a Él, y Él te responderá

‘Grita con más fuerza’, el Señor reitera Su promesa: ‘clama a mí, y Yo te responderé’

MI-SIÓN: el avestruz baja su cabeza a ras de suelo como un mecanismo de defensa para parecer un arbusto y confundir a los depredadores. ¡No lo hace por miedo!, como muchos dicen. Sin embargo, entre nosotros hay quien sí suele estar a ras de suelo, y no precisamente para defenderse: el mendigo, por ejemplo. Y en tal condición estaba Bartimeo, cuyo nombre, a propósito, significa ‘hijo del honorable’.

Ésta es la primera enseñanza: no importa que tan encumbrado u honorable sea nuestro origen social-económico-político: nadie está exento de convertirse en un mendigo. Y hay quien mendiga poder, compañía, dinero, amor, perdón, posición social, reconocimiento; en fin, hay quien busca limosna, cuando tiene a su alcance un tesoro. ¿Cómo alcanzarlo? Como Bartimeo, que -aunque mendigo y ciego-, ‘cuando supo que quien venía era Jesús, comenzó a gritar ya a decir: ‘Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!”.

Y, aunque muchos le mandaban a callar: ‘él gritaba con más fuerza’. Resultado: Jesús le mandó a llamar y preguntó: ‘¿qué quieres que haga por ti?’. Y recibió su milagro, sellado con estas palabras: ‘vete, tu fe te ha salvado’. ¡Abrió sus ojos! Jesús vuelve a pasar hoy: que nada ni nadie te calle, no mendigues, no temas, no te escondas. ‘Grita con más fuerza’, el Señor reitera Su promesa: ‘clama a mí, y Yo te responderé’. ¡Vamos! ¡Abre los ojos!

ALÉGRATE mientras cantas: "ABRE MIS OJOS oh Cristo".

Últimos Videos
comments powered by Disqus