- lunes 02 de julio de 2018 - 12:00 AM
De circo en circo
Se dice tradicionalmente, cuando estamos ante situaciones que demandan o capturan la atención de la opinión pública, que estamos ante un circo de varias pistas. En nuestro país estamos, desde hace un tiempo, ante espectáculos circenses de varias pistas, todas de diferentes orientaciones y alcances pero que nos han mantenido en vilo.
La primera pista es la del juicio de Ricardo Martinelli, que llegó al país esposado, como lo que es, un delincuente, y que ha estado en el foco de la atención de todos, para desgracia de los que fuimos afectados por su afán de intervenir en la vida privada. Ha tenido varias audiencias y, a pesar de los chiqui-shows que ha montado que definitivamente le hacen más mal que bien, pues cada vez que abre la boca, se embarra más, no logra salir del estercolero en que metió a este país, y que el actual gobierno ha continuado.
En medio de este espectáculo circense, se destaca la elegante, sagaz, docente y, sobre todo, íntegra participación del Magistrado Jerónimo Mejía como Juez de Garantías. Uno se aguanta las largas peroratas de los impúdicamente cínicos abogados del expresidente por las respuestas que este magistrado, que deberían dejarlo en el cargo por diez años más y ahorrarnos unos improvisados.
Está la pista del circo que unió a todos los panameños, que fue la participación de nuestra selección en la Copa Mundial, y que ya terminó, con una representación digna de nuestros muchachos en Rusia. Ellos y todos los que viajaron a Rusia han sido las mejores campañas turísticas que pudimos haber tenido.
Y ayer empezó la última pista de este circo, el de la Asamblea Nacional, que como gato bocarriba defiende en este último período, sus partidas y sus prebendas. Ahora empieza un forcejeo que dará mucho que hablar y también saldrán muchas cosas impensables. Mejor nos acomodamos bien y vemos con tranquilidad lo que sucede.
Exministra de Gobierno y Justicia
==172 ==========
Ha tenido varias audiencias y, a pesar de los chiqui-shows que ha montado que definitivamente le hacen más mal que bien