• martes 18 de marzo de 2014 - 12:00 AM

‘Castiga con tu voto a los diputados tránsfugas’

La ética repudia la burla de la confianza de otra persona. El oficialismo ha pretendido que asimilemos el transfuguismo, como una inocen...

La ética repudia la burla de la confianza de otra persona. El oficialismo ha pretendido que asimilemos el transfuguismo, como una inocente ‘viveza personal’, y no como el desprecio deliberado al electorado. Por el respeto a la decencia colectiva, los ciudadanos responsables tenemos que evitar que esa especie se propague, en aras de rescatar nuestra institucionalidad democrática.

La bancada oficialista en la Asamblea no pensó que su reinado legislativo llegaría al final, y de repente, han salido despavoridos a comprar su reelección ‘al precio que fuere’. Las encuestas pronostican que en mayo del 2014, el pueblo los sacará a ‘sombrerazos’, por haber convertido a la Asamblea Nacional en el ‘antro’ de la politiquería criolla. Tras ese despropósito, los ‘diputados tránsfugas’ se visibilizan con claridad, y es contra ellos que debemos volcar toda muestra de indignación ciudadana, castigando a aquellos que sus temores y conveniencias personales, los llevaron a divorciarse de sus electores, y entregarse a Martinelli, quien así logró garantizarse del control absoluto de la Asamblea.

La Asamblea Nacional terminó siendo una cámara complaciente, presta a complacer ambiciones del Ejecutivo, sin importarles los intereses de sus electores. El pueblo rechazó con sangre las imposiciones legislativas, quedando roto el frágil puente que unía a los ‘honorables’ con las comunidades. Merece consideración el político sincero que realizó un cálculo equivocado, pero hay que darle ‘raya’ al que lucró de la representación que voluntariamente le otorgamos.

Los ‘diputados tránsfugas’, con otras banderas partidistas, a tu puerta llegarán nuevamente, y con los ojos llorosos y la voz entrecortada, te pedirán otra oportunidad para representarte en la Asamblea. Bajo ningún concepto debes olvidar que son los mismos que sin remordimiento pisotearon la confianza que todos les dimos, y como si fueran una divinidad, se empotraron dentro del hemiciclo. Míralos bien: tienen en mente engañarte nuevamente, con el cuento de que no lo harán más. Los tránsfugas no deben regresar jamás a ocupar una curul. Hoy deben sentir que estamos deseosos de caras nuevas y frescas a la Asamblea.