• viernes 06 de diciembre de 2013 - 12:00 AM

Los candidatos y la chinguia

Esta campaña electoral, insensatamente larga, empalaga a unos y entretiene a otros. Pocos ciudadanos atienden y analizan realmente las n...

Esta campaña electoral, insensatamente larga, empalaga a unos y entretiene a otros. Pocos ciudadanos atienden y analizan realmente las necesidades del pueblo.

Hay un tema que es ignorado por los candidatos de todos los pelajes y para todos los cargos a elección. Ese es el tema que los panameños conocemos como la chinguia o los juegos de suerte y azar. En Panamá se apuestan o juegan casi 6 millones de balboas diarios, lo que al año se convierte en algo más de 2 mil millones de balboas. Esta astronómica cifra, para una población que solo tiene 2.5 millones de adultos, nos dice que como promedio cada adulto panameño juega 800 balboas al año.

El artículo 297 de nuestra la Constitución Política dice: ‘La explotación de los juegos de suerte y azar y de actividades que originen apuestas solo podrán efectuarse por el Estado.

La ley reglamentará los juegos, así como toda actividad que origine apuestas, cualquiera que sea el sistema de ellas’.

Para cualquier lector está claro que ‘solo’ las explotará el Estado; pero, ¿qué ha pasado que hay explotaciones en mano de particulares, es decir, contraviniendo letra y espíritu de la norma? Ah, pero leguleyos codiciosos han torcido el derecho bajo el subterfugio que dicen ellos les permite el segundo párrafo del artículo donde dice que ‘la ley reglamentará’ y habla de actividades de apuestas ‘cualquiera que sea el sistema de ellas’. Vaya desvirtuación del ‘solo’ por el Estado.

Pero el negocio o negociado es grande. Se considera que a los agentes que explotan casinos, salas de máquinas, bingos, apuestas hípicas y de deportes nacionales y extranjeros dejan para estos agentes cerca del 50% de margen de ganancia luego de quitar los costos. Eso dice que cerca de 1000 millones quedan para estas ‘empresas’.

Lo cierto es que en este Panamá, dominado por una corrupción rampante, se puede pensar de existencias de coimas para los gobernantes que ven para otro lado para no aplicar la norma constitucional. Solo hay que ver el descenso de 19 puestos en el registro del índice de percepción de corrupción. Se pasó del puesto 83 al 102. Con estos volúmenes de dineros qué no se compra.

La ludopatía sume al panameño en el subdesarrollo y los candidatos no dicen nada ante esta inconstitucional e inmoral actividad. Parece que todos deben estar preparándose para que les caiga su parte de las posibles coimas, si ganan las elecciones.

* EXPRECANDIDATO PRESIDENCIAL

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