• jueves 03 de marzo de 2016 - 12:00 AM

Caja de Seguro o caja menuda de los gobiernos

Ninguna empresa soporta esta situación y el gobierno abusa de nosotros

Producto de la rebatiña que históricamente se ha dado en la Caja de Seguro Social (CSS), el 11 de septiembre de 2001 publiqué en el Panamá América un artículo bajo el mismo título y hacía referencia a la pretensión del gobierno de apropiarse de nuestros derechos.

Expusimos que la CSS siempre ha estado mal administrada por los gobiernos que, a través de su director, impuesto generalmente, responde a los intereses de quien preside la presidencia y no a los trabajadores, porque en la práctica la CSS pertenece a los cotizantes.

Que se fue implementando la incorporación de beneficiarios, deteriorando en proporción geométrica la atención de los cotizantes. Es decir, por cada cotizante se atienden de 3 a 4 personas que no cotizan. Ninguna empresa soporta esta situación y el gobierno abusa de nosotros, recostando cada vez más tan pesada carga, liberando al Ministerio de Salud de su responsabilidad constitucional.

En término sencillo, a quienes pagamos seguro nos han transferido la carga social, cuando es responsabilidad de los hospitales estatales y centros de salud la atención de la población no asegurada; no a la inversa.

Artículo parecido publiqué en esta página el jueves 20 de septiembre de 2012, donde expresamos nuestra preocupación por los manejos que podrían darse a los tesoros de la CSS, por el gobierno de Martinelli.

Alertaba sobre ‘…la posible falta de mantenimiento y pérdida de equipo, insanas contrataciones directas, escases de medicamentos y mala atención a los asegurados. Que algunos se llevarían millones de dólares y otros centenares de vidas humanas…'.

Parecieran las mismas prácticas insanas del gobierno anterior. Desconocemos de auditorías serias, objetivas, transparentes del actuar anterior y al parecer, hoy se mantiene las mismas condiciones. Se pretenden alquilar ambulancias por casi 100 millones de dólares, costo que pudiera superar la compra de las mismas y la Asamblea Nacional aplaudirá el escenario. ¿Hasta cuándo permitiremos que los directores de la CSS serán los dioses del Olimpo? ¿Qué destino espera al pueblo con los nuevos mercaderes del templo? Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.

 

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