La Caja de Seguro Social (CSS) panameña se rige por la Ley 51 de 2005, cuando se realizó la última reforma. La CSS tiene cuatro programas, a saber: Administración; Riesgos Profesionales; Enfermedad y Maternidad; y el de Invalidez, Vejez y Muerte.
La seguridad social es un derecho humano, reconocido desde 1948 en la Declaración Universal de los Derechos humanos. Para poner en contexto, el momento de las reformas de 2005 fue principalmente en el programa de Invalidez, Vejez y Muerte, cuando se aprobaron dos subsistemas de pensiones: el Sistema Mixto y Cuentas individuales; eliminando, la solidaridad entre las distintas generaciones, quitándole la fuente de financiamiento a este sistema, a mi parecer ¡grave error!
Además, se tienen otros aspectos que crean malestar y hasta indignación: casos de medicamentos, la atención a los asegurados y la mora quirúrgica. Todos los panameños somos conscientes de que hay que resolver los nudos críticos de la Caja del Seguro Social.
El llamado a dos mesas por parte del Ejecutivo, pone en tensión a la sociedad panameña; ya este diálogo/encuentro/conversación, independientemente del nombre que se le coloque, lo fundamental es buscar el financiamiento para este programa de Invalidez, Vejez y Muerte.
El Presidente pide que se presenten propuestas claras y bien sustentadas. Para ello, hay que saber con los activos que cuenta la CSS, así como estar al corriente de cuánto es el monto y rendimiento de los depósitos a plazo fijo de la CSS y en que instituciones bancarias están.
Revisar y conocer bien el sistema de compra de medicamentos, aprobado en la Ley uno de 2001 y modificada en el 2019. De igual forma, hay que estar consciente de lo que ocurre con los medicamentos; que el mercado panameño es pequeño y hay actores que intervienen directamente en la cadena de compra, distribución y venta. Estos no han dado su sacrificio y esperamos que ahora lo hagan.
Además, hay que identificar a quienes realizan retención y evasión de cuotas del seguro de los trabajadores; esto ya tiene una hoja de ruta ya finales de 2024 se debe tener una ley nueva.
¡No a las medidas paramétricas!
Excandidata presidencial