• lunes 07 de mayo de 2018 - 12:00 AM

¿Qué buscan los magistrados electorales?

Los magistrados, luego de remanipular el Código Electoral el año pasado, con la complicidad de los diputados todos, llevan ya más de 50 Decretos Electorales

El país político, controlado por los que viven de la politiquería, arremete cada día más contra los ciudadanos y sus derechos. Nos distancian de toda gobernabilidad democrática y se espantan ante la necesidad de la reinstitucionalización necesaria para un Estado Constitucional Democrático.

La planilla #080, el frondoso árbol del peculado, es una demostración del profundo y grave nivel que ha alcanzado la corrupción estatal. Tenemos unas estructuras de poder ‘institucional' desfiguradas y un tejido social adulterado. Ello está siendo aprovechado -a tambor batiente- por las fuerzas antidemocráticas, antipopulares y antinacionales, Pero, también, por quienes enquistados en la cúspide del Tribunal Electoral y con el absoluto monopolio de sus decisiones (Art. 143 de la Constitución), no escatiman ocasión para asfixiar más y más a la Justicia Electoral, lo cual confirma que el sistema electoral vigente, no es solo efecto sino también causa de la realidad política.

Los magistrados, luego de remanipular el Código Electoral el año pasado, con la complicidad de los diputados todos, llevan ya más de 50 Decretos Electorales que, so pretexto de reglamentar, lo que hacen es legislar en flagrante violación de la Constitución, de Convenios Internacionales y del debido proceso.

El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, declarando inconstitucional el manifiesto favoritismo de un artículo (son muchos más) del Código Electoral, hacia los funcionarios electos, corrobora lo ‘sueltos de madrina' que andan los tres magistrados, que se comportan como señores feudales.

Buscan con sus reglamentaciones impedir el ejercicio directo del poder por parte de los ciudadanos y, para ello, comparten con la partidocracia el dominio electoral. Favorecen a más no poder a la partidocracia y estrangulan las candidaturas de libre postulación que no son de su agrado, eliminando ilegalmente firmas de ciudadanos.

Lo actuado en días pasados, siempre en contubernio con las cúpulas de la partidocracia, contra la participación electoral de las mujeres, es un eslabón más del encadenamiento en que buscan mantener la participación ciudadana.

Urge entonces, que la ciudadanía sea todo lo exigente con estos tres sujetos que están sembrando vientos, con el propósito de cosechar tempestades y violencia.

Catedrático universitario