• miércoles 06 de mayo de 2020 - 12:00 AM

Bendice, decreta salud en nombre de Jesús

Cuando tengo sueño… hablo al revés. Formo una jeringonza que ni yo mismo entiendo, y lo mejor que puedo hacer es: irme a dormir

Cuando tengo sueño… hablo al revés. Formo una jeringonza que ni yo mismo entiendo, y lo mejor que puedo hacer es: irme a dormir. Pero, si lo analizas, ¡solemos hablar al revés! A ver, cuando alguien suelta la expresión: -‘te lo dije' -, por lo general advirtió que las cosas no iban a salir bien. ¿No? El negocio falló, la relación va mal, fracaso en los estudios…y espetamos, golpeamos enseguida con: -‘te lo dije' -. Así, nos convertimos en lo que Job llama: ‘consoladores molestos'. ¿Por qué? Porque pasamos por alto que ‘la muerte y la vida están en poder de la lengua'. ¡Jugamos a ser profetas del infortunio! Si no me crees, ¿cuándo fue la última vez que dijimos: te irá bien en ese negocio, tendrás éxito en tu trabajo, tu matrimonio es de bendición, la medalla de esa competencia es tuya, etcétera? ¿Cuándo fue la última vez que usamos el: -‘¡te lo dije!' -… en sentido positivo? Ahora bien, la Escritura dice: ‘lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente'; y añade que el Señor ‘nos ha bendecido con toda bendición espiritual en Cristo'. Entonces la MI-SION es: ¡no hablar al revés! Hoy usaremos el ‘poder de la lengua' para bendecir, para decretar salud, para declarar paz de lo Alto, para proclamar éxitos, para profetizar ‘vida a los que está seco y muerto, para que reciba vida en abundancia'…en el nombre de Jesús. ¿Te atreves?