- jueves 07 de agosto de 2025 - 12:00 AM
Bandera de mi patria no te quiebres, ¡todavía!
El sueño de prosperidad nacional, de un País libre económicamente, se fundamenta en la real democracia, pero nuestros gobiernos prestan tan poca atención a las necesidades ciudadanas, que cada día estamos peor.
En este medio, un mensaje similar lo publicamos el 11 de julio de 2008 (hace 17 años). Contenido acorde a las actuales situaciones. En consecuencia, bajo la misma denominación lo reiteramos editado e indicaba:
“Cuando no arriesgas la poca libertad que tienes para obtenerla, ya la has perdido... La libertad se confirma cuando decides y eliges por ti. La libertad se tiene cuando piensas y expresas ese razonamiento con la seguridad que tus derechos serán respetados como a los poderosos”.
“En verdadera libertad las ideas se combaten con ideas”. No con gases lacrimógenos ni agresiones. “Cuando tienes que reprimir tu voz sólo al pensamiento, eres un presidiario de la mal llamada democracia”.
“Sólo en Panamá permitimos se arrase la vegetación y de hecho la fauna. Se devasten selvas enteras, destruyan manglares, cerquen las playas, envenenen los ríos, promuevan las minerías sin medir consecuencias del daño ambiental, ecológico y salud a las poblaciones campesinas, aborígenes y nuestras descendencias.”
“Con programas televisivos, sin contenido educativo, motivando muerte, violencia, drogas, homosexualismo y antivalores, creando insensibilidad en la población, incluyendo a niños”.
“Observamos que el gobierno sigue nombrando o manteniendo empleados a figuras vetustas, jubiladas, devengando exorbitantes salarios. En contraparte, nuestros jóvenes forman parte de la población desocupada. Así la delincuencia jamás disminuirá”, porque tácitamente es promovida.
“Observen con detenimiento cómo los gobiernos alquilan edificios, para albergar a las instituciones públicas, cuando puede comprarlos o construirlos, pero ese no es negocio para los políticos”.
“Algo parecido sucede en la Caja de Seguro Social y el desabastecimiento de medicamentos, afectando directamente la salud de los asegurados, pero se incrementó substancialmente el salario a sus directivos”.
“Mientras no aprendamos a defender nuestros derechos, seremos presidiarios de delincuentes de la “mal llamada democracia” y esclavos del destino. Bandera de mi patria no te quiebres, todavía”, aun cuando estamos peor que ayer. Dios te salve Panamá.
Economista, educador, master en Recursos Humanos