- viernes 06 de septiembre de 2024 - 12:00 AM
Ay Dios...
Buscando temas para escribir este artículo de opinión encontré muchos temas en X, antes conocido como Twitter, la mayoría de los ‘trending topics’ como le dicen, tienen que ver con problemas con los del tren de Aragua en Colorado, el juicio en Francia al viejo que drogaba a la mujer para que la violaran, el lío del salón de belleza que le dañó el cabello a una cumpleañera. Entonces no sé sobre que escribir ya que no quiero ser tan negativa en un mundo ya bastante negativo.
Entonces decidí escribir sobre mi cabello y el trauma que he tenido desde que en el 2021 decidí dejármelo crecer y descubrí que se me capia a mechones. Resulta que por muchos años lo usé corto o cortísimo, pero por motivos folkloritos decidí dejarlo crecer para usar tembleques. A los 3 o 4 meses descubrí que se me estaba cayendo y que tenía huecos muy visibles.
El trauma y depresión llegaron a mí, porque a ninguna mujer le gusta que le digan calva y como la gente es muy imprudente me pasó varias veces. A la vez me había engordado muchísimo; primero fui a la dermatóloga experta en caída del cabello y lo primero que me dijo fue que lo mío era hormonal, que debía tratarme mi tiroides y que era un proceso de unos 2 a 3 años donde debía ser constante.
Cuando uno se va a hacer un tratamiento y le advierten que será largo debe estar dispuesto a seguir indicaciones y terminarlo. Así hice y los resultados son los que esperaba. Seguí las indicaciones, compré las medicinas que debía tomar y lo que debo ponerme, de por vida, en el cuero cabelludo. Hice caso a la doctora, no a mis amigas.
¡Lo más importante, no le hice caso a nadie ni me unté menjunjes recomendados!