Auge de las universidades privadas

El establecimiento de la Universidad estatal fue una aspiración nacional que surgió junto al nacimiento de la República, para convertirse en una realidad con una inauguración de la Escuela de Derecho en 1918: Pero no fue hasta 1935, que tras sortear serios obstáculos y presiones de los poderosos, logró inaugurar la Universidad de Panamá, bajo el control del Ejecutivo.

Para la década del 1970, las Universidades de Panamá y la USMA resultaban suficientes para atender la demanda de educación superior. Al poco tiempo, comenzaron a aparecer nuevos centros privados, se aumentaron los públicos, hasta llegar hoy a más de 50, el número de entidades universitarias que funcionan a lo largo del país.

No sólo llama la atención su cantidad, sino que en su oferta académica se fueron incluyendo estudios de alto nivel de especialización, opción que por mucho tiempo gozó como privilegio, la élite local en el extranjero. Las nuevas universidades privadas centran su interés en el área educativa, colocando en lugar accesorio la investigación científica y la difusión del conocimiento. Esta tendencia intelectual podría ser interpretada por propios y extraños, como síntoma de buen pulso cultural en el país. Como responde a las exigencias del mercado laboral, aquella apreciación queda pendiente de verificación.

Es que si en el presente la educación nacional atraviesa por ciclos críticos, no creemos que la universidad privada pase desapercibida de ese problema. El alto número de profesionales que en los últimos años han lanzado a la calle, divide a los críticos en dos grupos: aquellos que demandan mayor control oficial en la calidad académica de esos centros educativos y de sus egresados, y los extremistas que piden la clausura de las carreras ya saturadas.

En el caso del estudio del Derecho, su escandaloso aumento obedece, entre otras cosas, a que se le prefiere por considerarla como una segunda profesión, sin importar la grandeza del apostolado. Nosotros nos ubicamos entre los que proponen mayor rigor académico y periódicas evaluaciones de los alumnos, para poner fin a las valoraciones descalificadoras que hace la comunidad sobre sus promociones.

Abogado

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proponeMOS mayor rigor académico y periódicas evaluaciones de los alumnos...