- viernes 08 de abril de 2016 - 12:00 AM
Ataque a Panamá
Toda actividad humana tiene una valoración legal y ética.
El domingo pasado se publicó investigación de una base de datos de información sistematizada de los archivos del bufete Mosack y Fonseca. Periodistas de varios países, agrupados en un Consorcio investigativo participaron, por un año, analizando los archivos de varias décadas de esa oficina de abogados.
El evento tiene muchas aristas. ¿Violación de privacidad de los documentos de esa oficina? Cómo se hicieron de ellos? Eran 11.5 millones de documentos con información interesante de la constitución de las llamadas sociedades ‘offshore' que un cliente solicita para una jurisdicción diferente al domicilio de la persona natural o jurídica para la que se constituye.
Son legales pero son también la piedra angular de acciones ilícitas, como evadir impuestos en la jurisdicción del solicitante, para ocultar dineros mal habidos, para empezar a blanquear capitales, todas acciones delictivas y, legales, para ocultar fortunas que sus dueños no quieren que se sepa que tienen.
El revuelo levantado hace que se sospeche acciones de complicidad en delitos de los bufetes. Los abogados saltaron y agentes gubernamentales también, argumentando que era un ataque contra Panamá, lo que es cierto hasta cierta medida porque en el mundo hay una competencia feroz por hacerse de depósitos de capitales, ya sean bien o mal habidos.
Pero la liebre salta por la diferencia de la fiscalidad de las naciones. Unas alcanzan solo a sus nacionales con lo generado dentro de sus territorios y otras los alcanzan por lo generado en cualquier parte del mundo. Las naciones desarrolladas tienen impuestos altos y persiguen a sus ciudadanos o residentes extraterritorialmente para lo cual se han organizado para que se les dé información de otras jurisdicciones. Cuando esas jurisdicciones no dan información les llama paraísos fiscales.
La revelación abre este debate de si debe ser darse o no información. Panamá no sería atacada si no fuera reservada. Panamá tiene que aprovechar esta coyuntura y pasar de cobrar impuesto a sus nacionales o residentes, en su territorio, a hacerlo extraterritorialmente, porque esos ‘no contribuyentes' usufructúan los beneficios que da Panamá.
Es un debate que empieza. No hay que rehuirlo…
*Exprecandidato presidencial