El mes de julio está por concluir y nada que se arman las comisiones del Legislativo. En estas casi cuatro semanas ha habido mucho ruido desde todos los frentes, incluso algunos rostros ensangrentados, pero no se concretan estas áreas clave de trabajo.

La Asamblea sigue funcionando, claro: reuniones, sesiones del pleno y discursos repetidos sobre los mismos problemas comunitarios que se escuchan desde hace años. Algunos diputados parecen creer que esos valiosos minutos son solo para exponer lo que hace falta en sus circuitos.

Uno, dos, tres o cuatro semanas... No hay un plazo exacto para la conformación de las comisiones. Se había dicho que había dos caminos para definir sus directivas, uno de ellos llevarlo a votación en el pleno, pero todo se ha entrampado en disputas sobre quién preside qué o qué bancada se queda con cuál comisión.

Hay comisiones que no generan mayor interés. Otras, en cambio, han sido dominadas por partidos políticos durante quinquenios completos. Históricamente, Credenciales y Presupuesto figuran entre las más apetecidas, mientras que otras pasan casi desapercibidas ante la opinión del panameño de a pie.

Una vez se supere esta etapa, la directiva presidida por Jorge Herrera podrá empezar a concretar las acciones que le prometió al país.