• lunes 02 de diciembre de 2013 - 12:00 AM

Alternativa

LA CAJA DE IRREGULARIDADES. Las arbitrariedades cometidas por las principales autoridades de la Caja de Seguro Social, aumentan impunem...

LA CAJA DE IRREGULARIDADES

Las arbitrariedades cometidas por las principales autoridades de la Caja de Seguro Social, aumentan impunemente con consecuencias graves para los asegurados. La mayoría de las mismas se perpetran para proteger intereses personales de allegados, amistades o socios de los directivos.

La violación al debido proceso, por ejemplo, dentro de las reclamaciones por riesgos profesionales, es muy común. Así, el subdirector general de la CSS califica si un evento o hecho es riesgo o no, cuando ello está atribuido a la Comisión de Prestaciones. Se le niega la atención al asegurado o afectado, mientras se surten los recursos.

Para muestra, un botón: una empresa (perteneciente a ‘amigos’ del subdirector) comunicó a la Caja que un empleado había sufrido un accidente de trabajo. Dado que la empresa se encontraba morosa, la CSS ordenó a esta que pagara las incapacidades y los gastos médicos al empleado. Sin embargo, al ser notificada de esa decisión, la empresa presentó una reconsideración argumentando que no se trataba de accidente de trabajo, sino que se trataba de una riña, ‘provocada por el empleado’.

Del recurso de reconsideración, presentado por la empresa, no se le puso en conocimiento al afectado, para que ejerciera su derecho a oponerse. El subdirector general de la CSS, sin estar facultado para ello, decidió que lo ocurrido al empleado, era una riña y revocó la decisión que ordenaba pagar las incapacidades al afectado. Luego, llega la Comisión de Prestaciones Médicas, que es la autoridad competente para decidir el caso y niega la reclamación del afectado, bajo el mismo argumento utilizado inicialmente por el subdirector general, sin profundizar la situación médica del afectado.

Otro botón: un funcionario de la CSS, a quien se le abren más de cinco procesos administrativos, en un solo expediente, por supuestos hechos ocurridos en años y con personas distintas, sin que concurrieran los presupuestos para la acumulación. La Junta Directiva nunca resolvió las diversas apelaciones promovidas dentro del referido expediente, porque a Recursos Humanos no le dio la gana de enviar el expediente para que se surtiera la alzada.

El subdirector general de la Caja de Seguro Social, por sí y ante sí, resolvió destituir al funcionario sin que se hubiesen resuelto primero las siete apelaciones que niegan pruebas, y dos contra las acumulaciones, así como siete incidentes de nulidad. Además, no permite el acceso al expediente al interesado ni entrega copias, pese a estar pagadas. Ni certifican lo que se les pide. ¿Dónde queda el debido proceso?

* CONSTITUCIONALISTA Y CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO

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