- lunes 31 de diciembre de 2013 - 12:00 AM
Alternativa
SI YA ES TARDE
La historia nos enseña que ninguna sociedad democrática puede edificarse sobre la base de la impunidad y, mucho menos, de claudicaciones éticas.
El periodista y columnista semanal del diario La Prensa de Panamá, Paco Gómez Nadal, forzado por el Gobierno actual a abandonar nuestro país, se pregunta en su último artículo si ya es tarde para restaurar la convivencia social y la decente democracia en Panamá.
La pregunta no es casual, ni lo puede ser la respuesta. La una y la otra responden a una inquietud seria ante el devenir cotidiano de nuestra formación social. Un devenir, por decir lo menos, inquietante por el acelerado desgarramiento que están produciendo el autoritarismo, la remilitarización y la corrupción, que han permeado las frágiles instituciones, así como el comportamiento de amplias franjas de la población.
Hoy por hoy, aunque muchos lo nieguen y otros, los más, lo oculten, la sociedad panameña transita irresponsablemente hacia la criminalidad como ‘modus operandi’ de los gobernantes y de la mayoría de los que ‘aspiran a gobernar’. Esa ‘mafiocracia’, como atinadamente se ha calificado a los que han secuestrado las aspiraciones democráticas y se regordean desde el poder, en sociedad asociada con factores reales de poder de origen foráneo, ha logrado pisotear la dignidad nacional a tal punto que, a la pregunta de Gómez Nadal, hay que responder: ¡Sí, ya es tarde!
En efecto, es my tarde para ‘llorar sobre la leche derramada’ a lo largo de los últimos 45 años y, peor aún, durante los últimos 25, que muy poco han traído bienestar y felicidad para las grandes mayorías nacionales y, menos aún, para el 38% de la población que vive en pobreza.
Sí, ya es tarde para creer que —dentro de las actuales estructuras de poder— vamos a lograr iniciar el camino hacia una democracia participativa, hacia un Estado constitucional, hacia una sociedad justa, a un ejercicio de participación ciudadana cotidiana en defensa de los derechos humanos y de las libertades democráticas.
Sí, ya es tarde para seguir creyendo que las actuales dirigencias político-partidistas, empresariales, profesionales, sindicalistas o de la sociedad civil organizada, en su grandísima mayoría, estarían realmente decididas a sacudirse de dogmatismo, sectarismos y oscurantismos, desfasados y degenerados, para actuar consecuente, honrada y honestamente.
Sí, ya es tarde para esperar que los propietarios de la casi totalidad de los medios de comunicación, van a defender la libertad de expresión y el derecho a la información, o el derecho inalienable de la población a ser debidamente informada.
Sí, ya es tarde para esperar del populismo, del clientelismo, del electoralismo, del transfuguismo o del entreguismo, salidas viables para alcanzar la democracia, la justicia, la libertad o la felicidad soñada. ¡Ellos solo traen desgracias!
Sí, ya es tarde para negarse a aceptar que solo el pueblo podrá hacer que vuelva a ser temprano para poder realizar el sueño de Justo Arosemena: ‘Ante todo: Ser panameño’.
*CONSTITUCIONALISTA Y CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO