• lunes 09 de junio de 2025 - 10:20 AM

A la memoria de un estudiante sobresaliente

Jean Carlos González, desde el salón, mostró su talento, capacidad, conocimiento y vocación hacia esta profesión calificada como ingrata, pero que nos deja muchas recompensas.

Desde el primer día que acude un estudiante al salón de clases, el docente a priori tiene la percepción al tratarlos de la capacidad de cada uno de ellos y quien asimila las lecciones de inmediato y quien requiere de mayor tiempo para aprenderlas.

Tuve la oportunidad de impartir la asignatura de Periodismo Cultural y Deportivo en el segundo semestre del 2022 a un grupo de jóvenes que estaban finalizando su pénsum académico, en la licenciatura en Periodismo, de la Facultad de Comunicación Social, de la Universidad de Panamá.

Entre ellos estaban: María De Los Ángeles Rodríguez; Karol Herrera; José Vergara; Nayelkis Valdelamar; Amisaday Bethancourt; Blanca Villegas; Ashly Isasa; Tatiana Camarena; Alexander Farín; Gaspar Gudiño y Jean Carlos González Pereira.

Por celebrarse ese año, el Mundial de Fútbol, en Qatar, que se llevó a cabo el 20 de noviembre al 18 de diciembre, en la temporada de otoño, este grupo de estudiantes realizó un debate con especialistas de la materia, entre ellos Gabriel Castillo; Julio Shebelut, Luis Enrique Bailey y Luis Alberto Giraldo, donde expusieron las debilidades y fortalezas de cada uno de los equipos en competencia. Posteriormente, ellos mismos, hicieron Podcast, sobre los países que conformaban el área de la CONCACAF y la COMEBOL.

Esa noche del conversatorio, celebrado en el auditorio Gil Blas Tejeira, los maestros de ceremonia fueron Ashly Isasa y Jean Carlos González Pereira, este último, quien por designio de Dios nos abandonó recientemente de la vida terrenal. Con relación a Ashly, hoy triunfa en uno de los canales deportivos de Panamá.

Este joven periodista dedicado al área deportiva, desde el salón, mostró su talento, capacidad, conocimiento y vocación hacia esta profesión calificada como ingrata, pero que nos deja muchas recompensas. No dudé de él, ni del resto de sus compañeros, que podían triunfar en esta carrera. Solamente nos queda recordarlo como la persona que fue, a sus familiares, compañeros y amigos más cercanos, resignación cristiana y llevarlo siempre en nuestras mentes y corazones.

Óscar Gómez Miranda, docente universitario.