Los 100 años de la abuela Juana

Huile, forma parte del corregimiento de Nuevo Emperador, distrito de Arraiján; esta comunidad se encuentra rodeada de quebradas, árboles de corotú, tamarindo, mango de calidad, aguacate, naranja y limones. Habitada por unas 50 familias, con la escuela y la Iglesia como centros de encuentro.

En los años 50, unos misioneros casaron a Juana Bonilla y a Alejandro Arauz, nuestros abuelos. Tuvieron y criaron nueve hijos en su finca, con la entrada sembrada de hortensias, bouquet de novia, rosas de todos los colores, lluvia de oro y ficus.

Los fines de semana los pasábamos allá, entre el olor de la tierra húmeda y el café recién molido por las mañanas. Luego, la tradicional sopa de pata y para los más pequeños…el millo azucarado, traído por el abuelo desde su trabajo; comprado en el comisariato de la antigua ‘Zona del Canal'; era el premio de los ‘bien portados' y para los que obtenían las mejores calificaciones de la escuela.

El abuelo Alejandro, siempre creyó en la educación, aunque nunca tuvo acceso a ella. Era alto, de ojos negros azabache, el típico zambo, resultado de la mezcla de una negra y un cholo.

La abuela Juana, pequeña de cabello negro, con una inteligencia innata que hoy aún conserva. En el año 65 perdió a su hija Rosa Amelia de 21 años y a su esposo de 53. Duro golpe para cualquier mujer, pero como persona extraordinaria del campo, siguió impulsando a su familia, desde entonces como cabeza de hogar. Campesina, con olor a humo de fogón en sus manos y su piel bronceada por el sol, nació el 27 de mayo de 1916, en los primeros años de la República.

Ella es referencial en el pueblo y sus alrededores, directa en el hablar, siempre con su perfume de flor de campo.

Hoy tiene 44 nietos, 71 bisnietos y 20 tataranietos; escucha noticias, lee los diarios, nos da consejos, pero sobre todo ama al prójimo.

Para la familia es una bendición de Dios, tenerla entre nosotros. Abuela Juana, te amamos inmensamente, feliz cumpleaños.

Excandidata Presidencial por el PRD

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Ella es referencial en el pueblo y sus alrededores, directa en el hablar, siempre con su perfume de flor de campo.