El virus Zika en Latinoamérica está cayendo, según la OMS Ginebra
- miércoles 01 de febrero de 2017 - 12:38 PM
La prevalencia de casos de infección del virus del Zika en Latinoamérica está descendiendo, a pesar de que la región se encuentra en pleno verano austral, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Podemos afirmar que la prevalencia está cayendo en toda la región", aseguró en repetidas ocasiones en rueda de prensa el gestor de la OMS Ian Clarke.
Sin embargo, Clarke no pudo proporcionar datos que sustenten esta información, aunque dijo que "las curvas de progresión" de la enfermedad en los diferentes países muestran una caída clara de los casos si se compara con lo que ocurría hace doce meses en la región.
Nathalie Broutet, coordinadora de investigación sobre el zika de la OMS, matizó que la época de las lluvias no ha llegado aún al subcontinente, momento en que el vector transmisor del virus -el mosquito Aedes Aegypti- se multiplica con mayor facilidad, por lo que aumenta la posibilidad de infección.
Preguntado por qué se está produciendo una reducción de casos, Clarke aseguró que desconoce el motivo y añadió que los expertos de la OMS "estaban de hecho esperando otra nueva ola de infecciones, aunque un poco menor de la del año pasado a causa de la inmunidad adquirida".
Hace hoy exactamente un año, la OMS decretó una emergencia sanitaria de alcance internacional por un aumento repentino de los casos de microcefalia en Brasil que se presumía estaban ligados a una epidemia de zika.
Diez meses después y tras confirmarse la relación directa entre la infección y varias malformaciones neurológicas, no sólo microcefalia, la OMS decretó que la epidemia no era ya una emergencia mundial, sino un problema que perduraría a largo plazo y que como tal debía tratarse.
En esta nueva estrategia era vital promover todas las líneas de investigación posibles para poder entender por qué un virus que circula desde hace medio siglo causa ahora efectos tan nefastos como las malformaciones congénitas. Hasta la fecha no se han logrado respuestas concluyentes a ninguna de las incógnitas científicas.
Se sabe que la cepa que afectó a Latinoamérica era la asiática, pero se desconoce si ha habido una mutación que sería la responsable de los efectos nefastos o si estos se deben a la coinfección con los virus que provocan el dengue y la fiebre amarilla, que transmite el mismo mosquito y que también son endémicos en la región. En los últimos meses se han detectado brotes en Cabo Verde y Guinea Bissau. En los dos países se ha detectado casos de microcefalia, pero sólo en el primero se ha podido detectar la cepa asiática y la relación directa con Brasil. "No hemos podido comprobar si los casos de microcefalia de Guinea Bissau están relacionados con infecciones por zika ni tampoco a que cepa pertenece, por lo que no podemos afirmar o descartar a qué linaje lo adjudicamos y, por lo tanto, tampoco sacar conclusiones", indicó Clarke.
Destacó que en el caso de Cabo Verde se haya podido confirmar la relación con la cepa de Brasil, pero en cambio en Senegal, país que está al lado y con muchos más lazos demográficos, no se ha detectado aún la presencia del virus.
Por ahora, 76 países en tres continentes han detectado circulación del virus, 29 naciones han registrado casos de microcefalia y otras malformaciones congénitas y 21 han reportado un incremento de casos de Síndrome de Guillain-Barré, una respuesta inmunológica que provoca parálisis en los músculos. Por ahora sigue sin haber tratamiento para curar la enfermedad y hay cuarenta vacunas en proceso de desarrollo, de las que cinco van a entrar en la fase I de ensayos clínicos, por lo que no se espera ninguna comercialización hasta, como mínimo, cuatro años.