- domingo 05 de julio de 2020 - 6:15 PM
La situación en Bolivia por el COVID-19 es cada vez más preocupante, con muertos en las calles, protestas sociales día a día y contagios en el propio Gobierno interino del país.
La imagen de un cadáver abandonado durante casi un día en plena calle en Cochabamba, una de las principales ciudades del país, puso este domingo en evidencia el colapso en el sistema sanitario y los crecientes problemas para enterrar o incinerar a fallecidos por coronavirus.
La escena desembocó de nuevo en una protesta vecinal, como las que desde hace días se suceden en la ciudad, hasta que apareció un carro funerario para retirar después de cerca de viente horas el cuerpo sin vida de un hombre, que se sospecha que tenía síntomas de la enfermedad y murió solo en la calle cuando iba a un centro de salud.
Cochabamba, con algo más de 600.000 habitantes, refleja una problemática creciente en Bolivia, pues muchas familias esperan durante días con los ataúdes en sus casas en espera de poder dar sepultura o incinerar a unos seres queridos que nadie desea en el vecindario ni incluso en el cementerio de la ciudad por miedo al virus.
La excavación de fosas de urgencia se acelera en esta ciudad y en otras como Santa Cruz, mientras los decesos siguen aumentando.
Además de los muertos en la calle, siguen apareciendo escenas dramáticas de enfermos a la puerta de centros de salud que dicen no tener ya un hueco para atenderlos, ante la desesperación de familiares que peregrinan en ciudades como La Paz de hospital en hospital buscando asistencia.
Las protestas en la calle por estas situaciones se reproducen en redes sociales, con críticas a las autoridades municipales, regionales y naciones para que olviden las diferencias políticas y den soluciones a la población.