Perú en crisis política
- martes 13 de diciembre de 2011 - 12:00 AM
El gabinete del militar retirado Oscar Valdés, flamante primer ministro peruano, asumió ayer con el desafío de restablecer el diálogo en el conflicto minero al norte del país y enviar un mensaje de confianza hacia quienes temen una deriva autoritaria del gobierno de Ollanta Humala.
Valdés, un teniente coronel del Ejército en retiro desde hace dos décadas, de 62 años, fue designado en reemplazo de Salomón Lerner, quien tenía un perfil de mayor cercanía con la izquierda y era visto como un convencido del diálogo para resolver los conflictos sociales que vive el país.
El cambio en el gabinete se produce en un momento complejo por el conflicto aún no resuelto en la norteña región de Cajamarca, donde un amplio sector de la población se resiste a la presencia del proyecto aurífero Conga, de la estadounidense Newmont, por considerar que contaminará las fuentes de agua.
La solución a ese conflicto marcará un derrotero de cómo el gobierno entiende la disyuntiva entre preservación del medio ambiente y fomento de la inversión extranjera.
Varios analistas han señalado que la llegada de Valdés conducirá inevitablemente a apoyar a los empresarios y a generar las condiciones para que la Newmont se instale en Cajamarca.
El domingo, tras su posesión, Valdés se apresuró a señalar que en el caso de Conga lo mejor sería ‘un peritaje internacional’, ya que ‘el pueblo de Cajamarca se merece salir de sus dudas razonables’.