Matan a ‘el Lazca’
- miércoles 10 de octubre de 2012 - 12:00 AM
Marinos de México mataron al máximo líder del sanguinario cártel de los Zetas, Heriberto "el Lazca" Lazcano, en uno de los más duros golpes asestados al narcotráfico por el gobierno saliente de Felipe Calderón, pero su cadáver fue robado de una funeraria por un comando armado.
El capo, de 36 años, fue abatido el domingo en un pequeño pueblo del norteño estado de Coahuila sin que se supiera de quién se trataba, aunque horas después las primeras pruebas periciales corroboraron su identidad, informó ayer la secretaria de Marina.
Lazcano, también apodado "el Verdugo", es considerado responsable de los peores crímenes cometidos en medio de la ola de violencia que afecta al país y que ha dejado cerca de 60,000 muertos en el Gobierno de Calderón.
El enfrentamiento se produjo el domingo, cuando marinos que patrullaban el pueblo de Progreso ordenaron detenerse a dos hombres que iban armados a bordo de un vehículo, narró el fiscal estatal de Coahuila, Homero Ramos.
Estos se dieron a la fuga y comenzaron a disparar y lanzar granadas contra los marinos, quienes respondieron al tiroteo dando muerte primero al conductor del vehículo y después al acompañante que trató de huir. Ambos llevaban un fusil de asalto R-15 adaptado con un lanzagranadas y un lanzacohetes, precisó Ramos.
La Marina dijo que los análisis de los dedos pulgar, índice y medio de la mano derecha ratificaron la identidad de Lazcano, un desertor del Ejército que a finales de la década de 1990 fue uno de los primeros integrantes de los Zetas. Pero el cuerpo fue robado poco después de las primeras pruebas. "Se presentó un comando armado cubierto del rostro, fuertemente custodiado, el cual después de someter personal tomó los cuerpos y en la carroza los sustrajeron de las instalaciones", dijo Ramos.
Objetivo prioritario
Lazcano está considerado desde junio de 2009 como "objetivo prioritario" por el Equipo de Control de Drogas contra el Delito Organizado de Estados Unidos, según un informe de la agencia antidrogas (DEA) de Estados Unidos, donde se enfrenta a cargos que le llevarían a una condena mínima de diez años.
Según una acusación formal en 2009 de una corte estadounidense, Lazcano y sus cómplices enviaban cargamentos de cocaína y marihuana "desde Colombia y Venezuela a Guatemala, así como a diversas ciudades y ’plazas’ en México", desde donde eran remitidos a Texas.
Entre los envíos de los que sería responsable está un cargamento de 11,7 toneladas de cocaína decomisado en octubre de 2007 y que en su momento fue considerada la mayor incautación de esa droga realizada en México.
La crueldad de Lazcano es tal, que según los testimonios de algunos de sus lugartenientes, solía arrojar a algunas de sus víctimas a los animales salvajes que tenía en una de sus haciendas.
Otros testimonios señalan que los hombres de Lazcano obligaban a algunas de sus víctimas a enfrentarse entre sí a muerte por pura diversión.