¿Qué hará Mali con los tuaregs?
- domingo 15 de abril de 2012 - 12:00 AM
A veces nos quejamos de la situación política y cultural en América Latina o de la crisis económica de Europa, pero la verdad es que ello no es nada comparado con lo que pasa en África, cuyos males no conocen tregua.
Y no lo digo por restarle importancia a nuestros problemas, pero los sucesos de África no tienen nombre. El continente negro es un hervidero de golpes de Estado, tráfico de drogas, de armas y de personas, grupos paramilitares que buscan su independencia, movimientos islamistas en procura del poder en diversos países, solos o en alianzas, y la infamante lacra de la esclavitud.
En Mali, como le solemos llamar en Latinoamérica o Malí, pronunciación más acorde con su pasado francés, los militares dieron un golpe de Estado a fines de marzo contra el presidente Amadu Tumani Touré. La razón o la excusa fue que el presidente era ineficaz para contener el avance de los rebeldes tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), (Azawad es la región norte de Mali) y de grupos islamistas armados como Ansar Dine en particular, apoyado por Al Qaeda en el Magreb Islámico, que tiene en su poder a varios rehenes occidentales.
El jueves, Dioncounda Traoré, ex presidente de la Asamblea Nacional, fue investido presidente interino, por acuerdo entre la junta militar golpista y la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste. El presidente interino ha amenazado a los rebeldes tuaregs y a los grupos islamistas en el Norte con una "guerra total e implacable". Y es que, bien sabemos, estos grupos no pararán hasta separar legalmente el territorio que dominan de facto, que será desértico, pero está asentado sobre petróleo y gas. Dejarles tener allí otro Estado integrista que además, si sigue el modelo social de los tuaregs, es de servidumbre esclavista, es para pensárselo por lo menos.