Cumbre de juristas en Vaticano concluye con decálogo contra la trata
- sábado 04 de junio de 2016 - 2:30 PM
La cumbre que ha reunido en el Vaticano a juristas de diferentes países de mundo concluyó hoy con la firma de un decálogo de objetivos en el que, entre otras cosas, se reconoce la trata de personas como un crimen de lesa humanidad.
El documento, suscrito en primer lugar por el papa Francisco, establece que "la aplicación efectiva del derecho penal es una condición necesaria para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y a la trata de seres humanos".
También para "asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldado".
Con ese propósito, los firmantes se comprometieron a impulsar un decálogo de diez objetivos, difundido hoy por la Santa Sede.
En primer lugar tratarán de "promover en cada Estado el incremento de los recursos y de la colaboración judicial y policial nacional e internacional con el fin de aumentar las bajas tasas actuales de procesos y de condenas para los criminales".
En su opinión "todas las naciones tienen que reconocer la esclavitud moderna, la trata de personas, el trabajo forzoso y la prostitución como crímenes de lesa humanidad", aplicando condenas proporcionadas.
Por otro lado, los bienes incautados a los criminales ya condenados deberán "ser utilizados para la rehabilitación y compensación de las víctimas y para la reparación de la sociedad".
Los suscriptores de dicho decálogo abogaron por "proporcionar un apoyo adecuado a las víctimas que incluya la asistencia civil y legal, una protección segura de testigos, la asistencia médica y el sostén a las personas" por parte de los servicios sociales.
En el caso de "víctimas indocumentadas", abogaron por "emanar autorizaciones de residencia temporal en el país de destino para los que deseen permanecer en este, independientemente de su situación legal".
Esto servirá para "proporcionar el acceso efectivo a los tribunales pertinentes, a la asistencia jurídica gratuita y al acompañamiento hasta la reinserción laboral efectiva".
También defendieron la necesidad de "alentar esfuerzos concertados para reducir las prórrogas al acceso a la asistencia legal por parte de las víctimas" y a reconocer el tráfico de órganos como "típica de las organizaciones criminales internacionales".
Además "la sanción de los clientes de servicios sexuales debe constituir parte integral de la legislación para una eficaz lucha contra la esclavitud y la trata".
Por último, los firmantes declararon que "la repatriación de los extranjeros no documentados nunca debe ser una respuesta sin el acuerdo de los víctimas" con el fin, según ellos, de "evitar el riesgo de las recaídas y de las actividades ilegales".
Francisco intervino el viernes en este convenio, que ha reunido a decenas de jueces y fiscales de pases como Argentina, México o Venezuela, para instarles a ser libres y a no ceder a las presiones de Gobiernos, entidades privadas y del crimen organizado.
La cumbre ha sido promovida por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales con e objetivo de estudiar métodos para combatir la lacra de la trata de seres humanos y la criminalidad organizada.