Argentinos con reacciones encontradas tras el ataque a Cristina Fernández

“Solamente un milagro permitió que Cristina vuelva a nacer porque la intención era matarla"
  • sábado 03 de septiembre de 2022 - 8:42 AM

El intento de asesinato a la vicepresidenta y exmandataria (2007-2015), Cristina Fernández, generó reacciones encontradas en la sociedad argentina.

Buenos Aires amaneció este viernes interrumpida por el movimiento de una población que marchó hacia Plaza de Mayo, el destino por excelencia para expresar su repudio ante una situación que se creía olvidada desde la época de los golpes de Estado.

Miles de argentinos acudieron al llamado del presidente, Alberto Fernández, a movilizarse en “defensa de la democracia y en solidaridad con la vicepresidenta”, después de que un joven de 35 años apuntara y gatillara dos veces contra el rostro de la exmandataria.

La palabra “milagro” fue muy repetida durante todo el día, entre muchas de las personas que demostraron su apoyo a Cristina, como es el caso de la docente y jubilada, Julia Sanz, que se trasladó con su marido, Carlos Gómez, un policía retirado, desde la provincia de Entre Ríos (litoral) hasta la capital argentina.

“Solamente un milagro permitió que Cristina vuelva a nacer porque la intención era matarla. Caí en la cuenta de lo que había sucedido cuando la vi salir de su casa. Salió, se acercó hasta nosotros, la saludamos y pude besar sus manos, algo que no habría vivido si no hubiera sido por un milagro”, relató Julia a Efe.

Por su parte, Carlos considera que el autor del atentado responde a la lógica del odio irracional a los gobiernos populares alimentado durante muchos años. Aclara que no siente enojo por lo sucedido, pero sí, la necesidad de remover las actitudes violentas de la política.

“Esta forma de resolver el conflicto político que han tenido siempre ciertas derechas o ciertos conservadurismos es algo que se debe desterrar para siempre de la política de todos los países”, afirma a Efe.

Entre la marea de gente que cubre cada centímetro cuadrado de la plaza se encuentra Elea Miranda, una joven profesora de danzas y estudiante de historia que dice no estar posicionada bajo ninguna “bandera”, aunque un jersey gris con el rostro de Eva Perón la delató.

“Me enteré mientras estudiaba, tenía que rendir un parcial de la facultad y no me pude concentrar. Cuando terminé y vi lo que pasó fue bastante chocante”, contó a Efe.

“Al principio me pareció una puesta en escena, pero cuando lo analicé bien me di cuenta de que la quisieron ‘bajar’. Fue un milagro o Néstor (Kirchner, expresidente y esposo de Cristina Fernández) la cuidaba desde arriba”, resumió Elea.

“Es necesario apoyarla, es la referente de la masa popular y la primera mujer elegida de manera democrática y la gran conductora después de Eva Perón”, concluyó.

Tanto para Elea como para muchos otros jóvenes, el repudio al intento de asesinato se hubiese generado en igual medida, aunque fuera otra facción política la que gobernase el país.

Para que esta movilización fuera posible, Alberto Fernández declaró este 2 de septiembre como feriado nacional tras enterarse del intento de magnicidio.

Mientras el pueblo marchaba en defensa de la vicepresidenta, ella salía de su departamento en el barrio porteño de Recoleta para ser trasladada a otro sitio, “más seguro”. Aun así, se tomó el tiempo de saludar a aquellos que se acercaron hasta su hogar para darle ánimos.

De acuerdo con un florista de la zona, que prefirió identificarse como Ariel Flores, los vecinos del barrio se vieron molestos desde que comenzó la vigilia, después de que Fernández fuera acusada de corrupción por un fiscal federal y pidiera doce años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

“El feriado estuvo medio complicado y no generó las ventas necesarias, pero seguimos trabajando”, aseguró.

Otra vecina del barrio, Cecilia Irrazabal, traductora pública de inglés, se acercó hasta la casa de la exjefa de Estado para acompañar a su familia.

“Me pareció raro todo, porque ante una mandataria de estas características es difícil entender cómo quedó tan sola y al descubierto. Estuvo muy expuesta, muy cerca de la gente y quizá es su estilo, pero es muy susceptible de ser atacada”, reflexionó.

Para Cecilia es necesario que la población repudie lo que sucedió, aunque no considera que decretar un feriado para tal motivo fuese apremiante

“No todos trabajamos como empleados en relación de dependencia, entonces esta medida está bien intencionada, pero no alcanza a todos por igual”, concluyó.