- lunes 02 de septiembre de 2019 - 12:00 AM
La policía elevó este domingo a siete el número de víctimas fallecidas en el tiroteo del sábado en Texas, donde precisamente este domingo entraron en vigor varias leyes que reducen los controles de armas de fuego, lo que revivió el debate en EE.UU. sobre la necesidad de poner cortapisas a este tipo de armamento.
El jefe de la Policía de Odessa (Texas), Michael Gerke, confirmó en una rueda de prensa televisada que la cifra de muertos en el tiroteo aumentó a siete, aparte del presunto atacante que fue abatido por la policía, mientras que los heridos ascendieron a 22.
Entre los heridos hay una menor de 17 meses con lesiones en la boca y el pecho que evoluciona favorablemente.
Respecto a las razones que movieron al atacante a abrir fuego de manera indiscriminada, Gerke destacó que no hay respuestas definitivas'.
De acuerdo al relato de la Policía, los sucesos desencadenaron a las 15.25 hora local (20.25 hora GMT) del sábado cuando los agentes dieron el alto al vehículo en que se trasladaba el sospechoso por una infracción de tráfico entre las poblaciones de Midland y Odessa, en el oeste de Texas.
En ese momento, el conductor abrió fuego y se dio a la fuga en dirección al interior de Odessa, donde disparó de forma indiscriminada contra los viandantes desde su vehículo.
Llegado a un punto el atacante abandonó su coche para continuar la huida a bordo de un camión de correos que robó y se dirigió a unos multicines, donde finalmente fue abatido por la policía.