Presidente Temer se libró de la justicia dos veces
- miércoles 13 de diciembre de 2017 - 12:00 AM
MANDATARIO
El presidente de Brasil, Michel Temer, se salvó dos veces este año de perder el cargo por graves denuncias de corrupción, que afectaron la tibia recuperación de la economía de un país que en 2018 encarará un incierto proceso electoral.
La crisis política, que estalló cuando hace casi cuatro años se desveló una enorme trama de corrupción en la estatal Petrobras, tuvo en 2017 nuevas fases y volvió a contaminar la economía, que aun así salió a duras penas de la dura recesión que sufrió entre 2015 y 2016.
La tranquilidad que Brasil intentaba recuperar a inicios de este año después del turbulento 2016 marcado por la destitución de Dilma Rousseff, se acabó a mediados de mayo con un explosivo testimonio prestado a la justicia por dos de los dueños del grupo cárnico JBS: Joesley y Wesley Batista.
Los hermanos que construyeron uno de los gigantes del sector alimenticio mundial confesaron a la Justicia que durante más de una década sobornaron a cientos de políticos a cambio de ‘favores' que ayudaron a moldear la empresa global que hoy es JBS. Entre ellos, el propio presidente Temer, a quien Joesley Batista visitó una noche en su residencia oficial y, sin que lo supiera el mandatario, grabó una conversación que para muchos confirmaba su participación directa en esos turbios negociados. El escándalo volvió a adueñarse del país y la Fiscalía General, a cargo entonces del procurador Rodrigo Janot, dio un paso inédito en la historia brasileña y presentó una denuncia formal por corrupción contra un mandatario en pleno ejercicio del poder.
Por tratarse de un delito penal el caso fue remitido a la Cámara de Diputados, que por imperativos de la Constitución brasileña debe avalar la apertura de un juicio de esa naturaleza contra un presidente.