La gerontocracia en el poder hasta que la muerte los separe

Con la llegada de Joe Biden, de 78 años, a la Casa Blanca en enero y la inauguración de un Congreso más viejo que nunca
  • sábado 19 de diciembre de 2020 - 12:00 AM

Con la llegada de Joe Biden, de 78 años, a la Casa Blanca en enero y la inauguración de un Congreso más viejo que nunca, Estados Unidos se consolida como una gerontocracia de octogenarios, que se resiste a los achaques de la edad y con una energía envidiable ante las peticiones de cambio de las nuevas generaciones.

En la inauguración del mandato del presidente Barack Obama se produjo una triste escena que ejemplifica el difícil combinación de edad y poder.

Robert Byrd, el senador más veterano de la historia del país, se retiró entre sollozos de un almuerzo organizado por el joven mandatario, después de ver cómo se llevaban en ambulancia a su compañero de bancada, un enfermo Ted Kennedy, de 76 años.

Byrd falleció un año después a los 92 años de edad, aún trabajando como legislador tras más de medio siglo. En su funeral habló el entonces vicepresidente, un relativamente joven Joe Biden, por aquel entonces bordeando los 70 años y que en enero se convertirá en el presidente de mayor edad de la historia del país.

Biden superará el 20 de enero el récord que estableció Trump, que llegó a la Casa Blanca con 70 años.

La élite del Gobierno en Washington es una colección de décadas de experiencia, achaques de salud y tenacidad ante la inexorabilidad del tiempo: Nancy Pelosi, con 80 años, es la líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes y Mitch McConell, con 78, está a la cabeza de la mayoría republicana en el Senado y recientemente compareció con la cara y las manos amoratadas e hinchadas, lo que levantó las alarmas.