- miércoles 15 de febrero de 2017 - 12:00 AM
Crisis. El Gobierno del estado brasileño Espíritu Santo anunció la apertura de un procedimiento para el posible despido de 161 policías militares que participaron en una huelga que desencadenó en una inusual ola de violencia.
Los familiares de los agentes tomaron la iniciativa de las protestas y bloquearon durante más de una semana las entradas de los cuarteles para impedir la salida de los policías, que en Brasil tienen estatus militar y están prohibidos constitucionalmente de realizar huelga. Las pérdidas durante la semana de huelga ascienden a 96,7 millones de dólares.