Ya son 26 años sin ‘El Tigre de la Candelaria’. ¿Quién heredó su legado musical?
- lunes 22 de julio de 2024 - 10:00 AM
Humilde, alegre y con un amor incomparable hacia la música típica panameña. Así es descrito quien en vida se convirtió en el acordeonista más cotizado en la década de los 80 y 90. De Victorio Vergara Batista, el orgullo de Pocrí de Los Santos, existen muchas historias y anécdotas que hoy, al cumplirse 26 años de su fallecimiento, salen a relucir por parte de quienes compartieron una de sus grandes pasiones: la música.
“Victorio era un artista muy versátil que sabía resolver cualquier dificultad que se le presentara en las tarimas”, recordó el compositor Sergio Cortés al narrar un incidente en el que ‘El Tigre de la Candelaria’ tomó por equivocación un acordeón que no tenía el tono que no le correspondía a la canción ‘Nuestro Romance’.
“Ocurrió en el jardín Rosalba, en Santiago, en un mano a mano con los hermanos Sandoval. Yo estaba tocando ese día la guitarra en ese baile y en el momento en que él hizo la introducción con el acordeón era otro tono. Pese a esto, Victorio se fue batallando y tirando puñete las dos vueltas de la canción. Nunca se quitó el acordeón y con todas las dificultades la sacó adelante”, señaló Cortés, quien compuso para ‘El Mandamás’ muchos éxitos como por ejemplo ‘Un angelito más’ y ‘Me gusta esa mujer’.
Con esta última interpretación, según Cortés, inició la modernización de las interpretaciones del acordeonista y su conjunto ‘Plumas Negras’, ya que para esas fechas venían subiendo nuevas agrupaciones con ritmos modernos y había que ponerse al nivel de ellos.
Hoy al cumplirse más de dos décadas de la partida de este gran artista, Cortés recuerda con nostalgia el día en el que le presentó a Victorio la canción ‘Sé que llorarás’, la cual tras su repentina partida el 21 de julio de 1998, se convirtió en un himno el día de su sepelio en la ciudad de Las Tablas.
“El día de su sepelio yo le canté esa canción en el cementerio”, expresó Cortés, quien está convencido de que Victorio fue uno de los músicos con una proyección artística impecable, que nunca perdió ese carisma con el público ni la energía a la hora de ejecutar las melodías.
“Esa humildad que siempre tuvo con los compositores nunca la olvidaré. Siempre valoró nuestro trabajo y nos pagó lo justo por las canciones”, concluyó.
Para el compositor Amable Mabín Moreno, conocido popularmente como ‘El poeta del típico’, más que anécdotas, su experiencia con Victorio Vergara se traducen en vivencias que nunca podrá sacar de su memoria.
“Victorio, más que un artista, era un amigo que tenía una alianza con los compositores. Éramos como un ‘staff’ casi que exclusivo que le trabajábamos su repertorio”, indicó.
De acuerdo con Moreno, por año el líder del conjunto ‘Plumas Negras’ sacaba un disco de hasta 12 canciones, por lo que con tiempo llamaba a los compositores para que fueran elaborando los temas. “Él nos decía en tal mes voy para el estudio y para esa fecha debían de estar listas las canciones”, señaló.
“Recuerdo que dentro de su equipo de compositores estaban Sergio Cortés, Moisés García, Omar Bultrón, Alfredo Chávez, Manuel ‘Nenito’ Vargas, Edwin Zeballos”, comentó.
Según Moreno, Victorio, aparte de ser un artista, fue un gran amigo del cual se podía destacar su sinceridad y lealtad con las personas.
Moreno es de la opinión de que el éxito que alcanzó ‘El Mandamás’ durante su época, se debió a su talento, su personalidad y ese afán por querer brindarle a su fanaticada música de calidad.
“Cuando él se subía a una tarima, iba a hacer un trabajo musical, contagiando a las masas. En sus presentaciones bailaban viejos y nuevos, yeyés, el cholito, el que fuera se contagiaba con su música y ese fue uno de los grandes logros de Victorio”, declaró.
Entre los acontecimientos que Moreno aún mantiene presente entre sus recuerdos están las estrategias que artistas como Victorio tenían que hacer para promocionar la música típica panameña.
“Había que pagar espacios en las emisoras y buscar patrocinadores para que nuestra música sonara, pues en ese tiempo existía una inclinación por promover más la música foránea que la nacional”, dijo.
“Hoy en día las redes sociales te pueden vender un músico y ponerlo como el número uno, pero falta ver que las personas que están en las redes realmente vayan a los bailes y vivan el concepto del artista. Con Victorio no ocurría eso, pues en ese momento no existían las redes sociales. Con Victorio, tú podías ver que de verdad era el acordeonista del momento, pues sus bailes eran un lleno completo.
“El mayor legado que Victorio Vergara le dejó a Panamá fue su música”, así lo expresó el compositor Christian Cedeño, quien cuenta que al momento del fallecimiento del acordeonista, él era un adolescente de 15 años. “Sin lugar a dudas, este gran artista siempre será recordado por su humildad. A pesar de su partida, el cariño que siempre le dio al público sigue vivo”, dijo Cedeño.