- jueves 12 de octubre de 2023 - 12:00 AM
Reza el refrán que: ‘Nadie sabe el fondo de la olla, más que la cuchara que revuelve', frase que aplica a las actividades de Mussetta Castañeda.
Desde que saltó a la fama, en las redes sociales le han dejado un sinfín de mensajes a la empresaria, algunos cuestionan el éxito de sus negocios.
Conversando un rato con la emprendedora, compartió que lograr lo que tiene no le vino de la noche a la mañana. Aprovechó los estudios que le dieron sus padres, al graduarse de secundaria su papá, quien era músico le regaló un carro, el cual ella vendió a escondidas para la apertura de su primer salón de belleza.
"Mi papá siempre fue estricto, si le decía de vender el auto me iba decir que no, por eso solo lo invité a la inauguración. Él era negativo al emprendimiento", expresó.
En la primera sucursal no le fue bien, pues el local fue visitado tres veces por los dueños de lo ajeno, y lo cerró. Eso era en conjunto con una socia, Mussetta se dedicó a la venta de extensiones de cabello y su amiga pintaba uñas.
‘La Máxima' no solo quiso quedarse vendiendo cabellos, sino que aprendió a diseñar las uñas, a arreglar las melenas, en fin, superó el reto de poner bellas a las féminas de pies a cabeza.
Así poco a poco la también presentadora de TV, fue abriendo paso, al punto que clientes del interior del país buscaban el servicio en la capital, esta vez en otra sala (Vía Tocumen).
Apoyo de su esposo y familiares nunca le han faltado. Ahora, sus salones de belleza se ha extendido por todo Panamá. Mussetta asegura que a cada actividad le da su lugar, cuando se trata de divertirse, se divierte, pero si se refiere a trabajo, le mete a la faena. Recalca que le encanta trabajar y que no es habitual en ella quedarse sentada de brazos cruzados.