La Camisilla: El vestuario masculino panameño de policroma confección
- domingo 17 de noviembre de 2019 - 12:00 AM
Nuestro pequeño istmo en territorio, pero grande en cultura, distinguida la originaria, la hispánica y la afro, grupos éstos con costumbres, tradiciones e idiosincrasia diferentes, nos referiremos, entonces, en esta ocasión, al vestuario folclórico masculino, conocido como la camisilla. Señala la distinguida profesora, Dora de Zárate en su libro, Vestidos Masculinos en el folclor panameño, que: ‘En las fiestas del centenario de Chitré en 1948, se exhibía en la feria, una camisilla que según lo que decía, contaba con cien años de existencia para la época (1948)', cuyo componente era un juego de alforzas, pequeños talcos piramidales en relieve, a todo lo largo del borde que limitaba los juegos de alforzas'. lo cual nos indica que en la actualidad (2019) pudiera tener unos 171 años. Por los años cincuenta, en la Avenida Central, señala la Profa de Zárate en el mismo libro, ‘Se exhibió en algunas casas comerciales, un estilo de camisilla, exclusiva de modelo veragüense, hecha en una fábrica de propiedad de Don Rafael Pito Murgas. Hemos investigado al respecto a algunas señoras de Santiago, algunas laboraron en la fábrica, donde me han manifestado que eran camisillas exclusivas, que mandaban a confeccionar para los Diputados, los Ministros, Presidentes o personajes importantes de la época, con un costo aproximado de B/. 25.00, pero que desgraciadamente la fábrica se quemó y no continuaron con la confección de las mismas, hoy día hubieran tenido un valor incalculable'.
La Profesora Zárate, en la obra en mención, subraya que, en esa época (década de 1950) conoció la camisilla de don Darío Carrizo, oriundo de Ocú, que pasaba los cien años de confección. Al respecto, su hijo Beto Carrizo, con residencia en Santiago, nos manifestó que la camisilla de Don Darío fue hecha por Doña Adelaida Díaz de Polo, (de Ocú) en 1844, aproximadamente. Esta camisilla se encuentra en el Museo Manuel F. Zárate, de Guarare, como una de las prendas de vestir más completa y autóctona de la época, una segunda réplica de la camisilla de Don Darío Carrizo, la confeccionó la modista ocueña Naty Rodriguez, de mi propiedad con todas las especificaciones, la misma ocupo un tercer lugar en un concurso de Camisillas Margarita Escala, en el Teatro Nacional de Panamá.
Nos informa, Doña Emy Polo de Castillero que la señora Emilia Díaz de Polo (de Ocú), en 1940, le confeccionó a Beto Carrizo, una preciosa camisilla, similar a la de su padre Don Darío, con una variedad de labores en talcos geométricos en alto relieve, muy parecidos a los vestidos que hacen las indias guaimíes, con mangas en forma redonda, sin botones (termina en forma dentada), cuello abierto en botonadura de nácar y tres bolsillos. La camisilla es muy común en eventos especiales. En asuntos de bailes o actos folclóricos, debe ir acompañada con el sombrero pintado o el blanco ocueño, pantalón negro y zapatos negros. En la época de 1950-1960, nos cuenta, que era muy popular el zapato blanco y negro, conocido como el ‘Black and white'.
Señala también, la profesora Zárate que la fábrica Murgas, de Santiago, posiblemente copió alguno de estos detalles de la camisilla de don Darío Carrizo y produjo esta clase de talcos piramidales y geométricos en el sector donde las demás camisillas presentan las alforzas.
Concluyo esta exposición destacando que la camisilla no tiene lugar de nacimiento, igual que la pollera. Es tan nacional y tan nuestra que es el vestuario más representativo de nuestra identidad nacional.