Alegría para los niños del orfelinato

Por quinto año consecutivo se realizó la actividad
  • martes 02 de enero de 2024 - 12:00 AM

En un emotivo evento por quinto año consecutivo, la comunidad se unió para llevar la magia de la Navidad a los niños del Orfelinato San José de Malambo, una institución con 133 años de compromiso en Panamá. Esta noble iniciativa, liderada por Darío Sanjur, Gabriel Flores, Erick Rodríguez, Diva Sanjur, Edilma Moreno, Denys Araúz, Ángel Sánchez, Humberto Santos y otros apasionados padrinos, logró que decenas de pequeños recibieran regalos seleccionados con cuidado y cariño.

Desde juegos de mesa, hasta muñecas Barbie, batas, suéteres, carros de control remoto y mucho más, alrededor de 80 padrinos y madrinas dedicaron su tiempo y esfuerzo para asegurarse de que cada niño tuviera un regalo especial. La recolecta incluyó no solo juguetes, sino también ropa, productos de aseo y diversas donaciones, transformándose en momentos de felicidad para los beneficiarios.

La actividad, realizada en la sala de eventos del orfelinato en Nuevo Chorrillo, comenzó a las 2:30 pm. A pesar del ajetreo del día, la comunidad llegó para compartir con los niños, quienes estaban organizados con cuidadoras asignadas. La jornada inició con animación a cargo de Gabriel Flores y Taina, miembro del hogar, mientras los niños disfrutaban de un brindis, dulces y piñatas. El evento incluyó juegos infantiles, competencias de bailes y premiaciones, creando recuerdos imborrables.

El Orfelinato San José de Malambo ha sido un faro de esperanza durante 133 años, brindando asistencia a niños con diversas realidades, desde discapacidades físicas hasta víctimas de abusos sexuales. La historia de Malambo en Panamá refleja la fortaleza y la dedicación de quienes han contribuido a su misión, destacando la importancia de la solidaridad en la construcción de un futuro más luminoso para los más vulnerables.

Este grupo demostró una vez más que la generosidad y la empatía pueden transformar vidas, haciendo que la celebración sea verdaderamente significativa para aquellos que más lo necesitan. La historia de Malambo sigue siendo un recordatorio inspirador de cómo pequeños actos de bondad pueden tener un impacto duradero en la vida de los niños y en la sociedad en general.