Sudor, nervios y gloria: el joven piloto panameño que conquistó el GT Challenge

Para el joven piloto Sebastián Guerra, competir por primera vez en el GT Challenge de las Américas en Panamá representó una gran oportunidad para aprender, crecer y demostrar su talento en un escenario de clase mundial.

Guerra, un talentoso piloto de 17 años, hizo realidad su sueño de participar en el máximo escenario del automovilismo de la región, al volante de un Honda Civic que compartió con César García, logrando el primer lugar en la categoría GTS Junior.

Condujo con precisión su bólido blanco y verde, adaptándose rápidamente al complicado trazado de 2.6 kilómetros del Autódromo Panamá, para imponerse en un segundo heat en el que aprovechó el percance del chiricano David Carballeda, en su auto Mitsubishi Evolución.

Sin duda alguna, una experiencia invaluable para este debutante piloto, que se inició en 2012 en karting con tan solo 4 años de edad e incursionó el año pasado en carreras de circuito en la pista de Sajalices.

“Una gran experiencia competir y compartir pista con pilotos de esta magnitud. Es un sueño hecho realidad, algo que jamás voy a olvidar. Haber quedado de primero en el podio en el GT Challenge de las Américas en mi país es un sentimiento inexplicable”, expresó Guerra.

“Espero seguir compitiendo y creciendo como piloto, poder experimentar más carreras a este nivel y dar lo mejor de mí para dejar en alto a Panamá. Competir internacionalmente sería uno de mis próximos retos”, sostuvo.

Pero no todo fue color de rosa en este gran desafío que enfrentó el debutante piloto istmeño en el GT Challenge de las Américas.

Su progenitor, Iván Guerra, quien lo alentó en todo momento en el autódromo, narró la odisea que pasaron ese domingo dentro y fuera de la pista.

“Tuvimos un fin de semana pesado: problemas con la V de dirección y la balinera trasera. Se nos complicó al punto de que casi no practicamos y, además, no pudimos clasificar, así que salimos de últimos en la grilla”.

“Gracias a Dios, todo el esfuerzo valió la pena”, subrayó el padre del joven corredor, quien cursa el quinto año en la Escuela Balboa Academy.

“Tuvimos problemas con la temperatura, por eso en la primera manga estuvimos más rápidos. En la segunda preferimos mantener el ritmo y terminar la carrera”, agregó.

“Al momento que nos dimos cuenta que el Evo de Carballeda había abandonado, era solo terminar, y así lo hicimos”, finalizó.