La ex campeona mundial de boxeo de la categoría semiwélter, Ana Pascal, vive inmersa en el olvido y la indiferencia de las autoridades que le han incumplido.

Esto debido a que no se le ha hecho efectivo el pago de la pensión vitalicia que por ley debe recibir todos los atletas nacionales que se conviertan en campeones mundiales, como lo hizo Pascal.

Pascal, visiblemente triste y con un tono de decepción dijo que el Gobierno no ha hecho nada por ella.

‘No creo que sea justo que se me trate así, pues yo fui la primera mujer boxeadora en Panamá’, destacó Pascal.

‘Hace tres meses entregué los documentos y no me han llamado’, reiteró la boxeadora.

Ana Pascal combatió durante su vida profesional con 14 mujeres y dos hombres, estos dos últimos pleitos se dieron —nos explicó— porque ya no había más mujeres y tuvo que pelear con ellos.

TÍTULOS

Pascal ganó en el 2001 el título de campeona de la Asociación Internacional de Boxeo de Mujeres (WIBA) y en el 2007 se coronó monarca del Consejo Universal de Boxeo (UBC).

La púgil contó que se retiró decepcionada por no tener apoyo y se convirtió en entrenadora de boxeo en el gimnasio de Curundú, donde comparte con sus pupilos la experiencia que adquirió sobre el cuadrilátero.

Pascal no tiene casa luego de cumplir una condena de 10 meses por un caso en que se vio involucrada y que catalogó como un error cometido, actualmente vive en el gimnasio de Barraza.

RESPUESTA

El director de Pandeportes, Rubén Cárdenas, explicó que los casos de Ana Pascal, Luis Concepción y Chanttall Martínez serán discutidos en la reunión del Consejo Nacional de la Actividad Física de Deporte y la Recreación.

La misma se realizará este mes y se analizará como uno de los temas principales, la verificación que la Comisión de Boxeo de Panamá debe emitir sobre si las organizaciones internacionales boxísticas en que cada uno de los púgiles alcanzaron sus coronas son reconocidas.

La norma que reglamenta el pago de por vida a lo campeones mundiales de boxeo se estipula en la Ley 50, que es reglamentada por el Decreto 599 de 2008.