Un enemigo silencioso
- miércoles 19 de marzo de 2014 - 12:00 AM
consecuencias
El boxeo es uno de los deportes más populares a nivel mundial. Los deportistas que lo practican dejan su corazón en el cuadrilátero, pero el cuerpo les pasa la factura con el paso del tiempo.
Como en muchos deportes su práctica tiene peligros que conllevan en ocasiones hasta la muerte.
Una de las complicaciones que pueden presentarse los boxeadores es la demencia pugilística, una enfermedad neurodegenerativa originada por conmociones cerebrales producidas por los constantes golpes que reciben en la cabeza cuando están peleando.
Las conmociones cerebrales frecuentes pueden llevar dañar el cerebro permanentemente, dando por resultado el empeoramiento progresivo de las facultades mentales.
Sobre este tema El Siglo conversó con el doctor Jorge Puerta, quien lleva siete años de trabajar como médico de la Comisión de Boxeo Profesional de Panamá (Comibox).
‘La condición es muy común en boxeadores profesionales, así como los atletas en otros deportes que sufren conmociones cerebrales.
Una persona que tiene demencia pugilística puede exhibir una gama de síntomas mentales y físicos. El desorden puede reducir la capacidad del habla y la escrita, la concentración y la memoria. Algunos experimentan episodios psicopáticos (locos), cambios de humor y cambios imprevisibles en su comportamiento’, dijo el doctor Puerta.
El galeno también explicó que para diagnosticar la demencia pugilística en boxeadores panameños, se necesita hacer una resonancia o CAT, porque en Panamá no se hace un examen detallado que se refiera a la parte neurológica de los atletas.
‘Nosotros tenemos una lucha permanente, por eso le hicimos una serie de recomendaciones a la Comibox para que las evaluaciones sean un poco más exhaustivas en los exámenes médicos de los boxeadores durante y después de su actividad boxística. Además, eso los proteje a ellos y a la comisión médica’, agregó Puerta.
También manifestó que es por eso que ellos no pueden corroborar con exactitud un informe sobre si un boxeador panameño sufre de esa enfermedad actualmente, por el tipo de traumas a los que son sometidos los púgiles cuando están arriba del tinglado, por eso no escapan de que tengan una lesión, que a largo paso pueda desarrollarse de un deterioro en su estado cerebral.
Inicio de síntomas
Usualmente, los síntomas empiezan cerca o poco después de que finaliza la carrera del boxeador.
En ocasiones, se notan por primera vez después de una pelea particularmente difícil.
Los síntomas se desarrollan en un promedio de 16 años después de haber iniciado el deporte, aunque en algunos casos han ocurrido seis años después de que la persona sea boxeador profesional.
Además se han reportado casos en boxeadores de 25 años de edad.
Aunque el desorden también se ha registrado en aficionados, es más común en los profesionales.
Puede ocurrir en todas las categorías de pesos, pero es detectada más seguido en las divisiones de pesos pesados, los campeones corren más riesgo de sufrir una lesión cerebral crónica tanto como los menos diestros.
Según una investigación que hicieron los neurólogos estadounidenses, se ha demostrado que las anormalidades que arroja la resonancia magnética y déficits mínimos de memoria ocurren en muchos boxeadores que parecen normales.
Aunque los boxeadores que llevan menos de 20 o 30 peleas profesionales usualmente no tienen ningún síntoma de lesión cerebral, aquellos que llevan de 25 a 50 encuentros habitualmente aparece algún indicio en la resonancia magnética y en las pruebas de anormalidades psicológicas sin tener síntomas obvios. Se cree que la condición afecta a alrededor del 15% al 20% de los boxeadores profesionales.
Casos de famosos
Algunos de los exboxeadores que fueron diagnosticadas con demencia pugilística son: Jack Dempsey, Joe Louis, Jimmy Ellis, Floyd Patterson, Bobby Chacón, Jerry Quarry, Mike Quarry, Emile Griffith, Willie Pep, Freddie Roach, Sugar Ray Robinson, Meldrick Taylor, Joe Frazier, José Ángel ‘Mantequilla’ Nápoles, Wilfredo Benítez, entre otros.